Viajes y libros

Heridas del viento

Heridas del viento: Crónicas armenias

Virginia Mendoza

La línea del horizonte

Armenia, el país en el que todo es posible, el país que, como eterna Arca de Noé, pone a resguardo de tempestades humanas y de las otras, variopintas especies de su cultura milenaria. Allí se convive con una historia extravagante en la que persas, árabes, mongoles, turcos y rusos han querido llevar el timón. Aún hoy Armenia, el viejo país de cuatro mil años, el primero de la cristiandad, el que ejerce de bisagra entre oriente y occidente, mantiene más del doble de su población en la diáspora. Ser armenio significa ser superviviente: guerras, invasiones, terremotos, masacres y un pavoroso genocidio que se llevó un millón y medio de vidas, según sus cuentas. Este libro habla de historias imposibles, pero ciertas. Personajes que levantan hoy el país con mucho amor y mejor humor. Virginia Mendoza entra en sus casas y comparte mesa con algunos de los últimos supervivientes de ese genocidio, visita a los yazidíes que rinden culto a Melek Taus, el Ángel Pavo Real, o a los cristianos molokanes, bebedores de leche; habla con la viuda del constructor de un templo subterráneo para salvar a la humanidad del fuego; nos presenta a los homenajeadores de Jachaturian y a la nieta de una esclava. Voces sabias, a veces llenas de melancolía, pero siempre esperanzadas. No deja de ser una ironía amarga que el símbolo de su identidad, el monte Ararat, esté del otro lado de la frontera como emblema de la presencia de una ausencia. Pero «no intentes comprender. Esto es el Cáucaso», dicen por ahí.

El libro Heridas del viento, de la periodista y antropóloga Virginia Mendoza, es como un mapa: nos guía a través de los minúsculos pueblos de Armenia para que no nos perdamos y nos traslada a sus carreteras secundarias para que conozcamos mejor a sus habitantes. Mendoza nos acerca a la historia de este país olvidado a través de relatos mínimos en los que el azar juega un papel importante, a partir de de textos íntimos que nos envuelven como si se tratara de los cuentos de Las mil y una noches. Álex Ayala Ugarte, periodista
 

A los que conocemos los lugares sagrados de Kor Virap, Geghard y los Jachkars nos atrapa su prosa haciéndonos revivir con más intensidad, si cabe, aquellas escapadas al embeleso ante el viejo monte Ararat con sus sempiternas barbas canas. A los que no han tenido la oportunidad, con solo la lectura se transportarán a la cima para contemplar no solo Erevan sino toda la cuna de la Humanidad. Jesús García Castrillo, lingüista
 

Mendoza se interesa por personas que se asoman a mundos extraños, personas que se mueven entre la investigación y la locura, el arte y el delirio, el estudio y la obsesión, y su respeto vuelve a ser fructífiero: en las historias que cualquiera descartaría por disparatadas, o que cualquiera caricaturizaría por extravagantes, ella encuentra pepitas de oro. Ander Izagirre, periodista
 

Es un libro difícil de clasificar porque es un reportaje periodístico, un cuaderno de viaje y un estudio antropológico a la vez. Una obra muy recomendable para quienes disfruten leyendo para aprender y conocer al Otro. Tania Baeza, periodista y coautora del blog ‘De lectura obligada’

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