Un oasis contra todos los desiertos: los poetas y el aforismo
Libros al Albur, la colección dirigida por José Luis Trullo, acaba de publicar Una idea con su vuelo. Los poetas y el aforismo, una compilación de entrevistas a autores que combinan ambos géneros con igual acierto. Entre ellos se incluyen nombres como Carlos Marzal, Erika Martínez, Antonio Rivero Taravillo, Enrique Baltanás, Raquel Vázquez, Jesús Montiel o Aitor Francos, todos ellos con una amplia trayectoria a sus espaldas.
Si, como afirma Jesús Cotta como conclusión de la antología, “es posible crear y leer aforismos que, tanto como un buen poema, conmocionen nuestra sensibilidad y nuestro corazón y aumenten la belleza del mundo y sean, más que un rayo deslumbrante, una fuente en un oasis contra todos los desiertos”, la lectura de las palabras de los escritores concurrentes permite concluir que tanto uno como otro género, con sus características propias, son capaces de dialogar e incluso aliar para lograr, con el sortilegio de las palabras, hacer de este un mundo más habitable -o, en el peor de los casos, menos insufrible.
A continuación espigamos algunas frases de este libro cuya edición digital puede descargarse en este enlace.
“Como escritor, el aforismo representa la forma natural de mi pensamiento, el sistema, si se puede llamar así, con que opera mi cabeza. Lo he dicho alguna vez: pienso en aforismos” (Carlos Marzal)
“La poesía que me interesa trabaja con nuestra precariedad subjetiva y el aforismo, con la precariedad de la idea” (Erika Martínez)
“Los mejores aforismos no son programáticos ni redacciones hiperbreves: hay un elemento irracional en el más certero de los aforismos porque también hay en él mirada oblicua, sorpresa, milagro” (Antonio Rivero Taravillo)
“El aforismo representa la cruz de una moneda cuya cara sería el poema, de modo que, cuando este carece de fuerza aforística, suena a moneda falsa” (Manuel Neila)
“Siempre he tenido un ansia de llegar al silencio máximo con la palabra. El aforismo es el resultado de ese anhelo, un camino hacia la máxima significancia con el mínimo lenguaje” (Jesús Montiel)
“Puede que el primer aforismo viniera con ese verso que se resiste a ser poema” (Ana Pérez Cañamares)
“El aforismo, para serlo, en realidad sólo necesita cumplir con este requisito: ha de ser inapelable. Porque si es contradecible, matizable, discutible, etc… entonces ya no es un aforismo sino una mera ingeniosidad” (Enrique Baltanás)
“Creo que el hecho de que una mayoría de aforistas sean poetas proviene del hecho de que el aforismo, al contrario de los que muchos piensan, requiere un cuidado formal importante, ese trabajo de orfebrería al que el poeta está muy acostumbrado” (León Molina)
“Los aforismos admiten sustratos de otros géneros -narrativa, ensayo filosófico- que un poema difícilmente soporta, y que con frecuencia rechaza” (Raquel Vázquez)
“La poesía, el aforismo y las artes en general han de servir para comprendernos y comprender la vida, para desvelar, capa tras capa, la cotidianidad opacante” (Juan Manuel Uría Iriarte)
“La naturaleza del aforismo le permite dejar solo el trazo que un poema hubiera convertido en dibujo” (José Ángel Cilleruelo)
“El aforismo me permite callarme más y sugerir sin explicar, arriesgarme a no ser lo suficientemente bueno, porque al condensar una idea en tan poco rara vez se da el acierto; en el poema, más ambicioso, eso es algo quimérico, entran más condicionantes, y, por tanto, se acepta desde el principio como norma básica del juego la imperfección” (Aitor Francos)
“El aforismo es un género que basa su eficacia en la brevedad, en el sentido autónomo de su idea generadora; el poema en el clima emocional que crea con la suma de ritmo, emoción, música y pensamiento” (José Luis Morante)
“Leer y escribir poesía desde la adolescencia me ha ayudado mucho a escribir aforismos. Nada como el oficio de poeta para aprender a decir del mejor modo posible lo que haya que decir. Qué bien le viene eso al aforismo” (Jesús Cotta)
“Creo que existe una íntima relación entre poema y aforismo. Esa conexión la encuentro nítida en la obra de Antonio Machado, que tanto influyó en mis primeros poemas juveniles. Sus Proverbios y cantares son un claro ejemplo en el que ambos géneros aparecen entreverados” (Miguel Cobo Rosa)
“Yo pienso que un aforismo puede ser un poema, puede contener mucha carga lírica, pero al revés lo veo más difícil. El poema exige más pausa, más profundidad, más trabajo, también más inspiración y experiencia” (Karlos Linazasoro)
Un buen aforismo es uno de los mayores aciertos de la literatura: Expresa en pocas palabras el pensamiento vital sobre cualquier tema. Puede ser poético, filisófico, moral o amoral, político, religioso, no obstante cada uno lleva un algo con alma, están llenos de vida, de sensibilidad y por esto crean e intuyen en el lector inteligente ese sabor de haber leído, a través de unos cuantos renglones, una novela, un ensayo, un libro total. Esa es la magia del aforismo. Invito a leer mi columna de aforismos: DESENTRAÑISMOS, en el periódico virtual EL QUINDIANO. Gracias.