"Libertad bajo palabras", de Verónica Boix
Por Pablo Freinkel
“Libertad bajo palabras” es la primera novela publicada de Verónica Boix y el debut no podía ser más auspicioso. El argumento sigue las peripecias de una joven abogada que desarrolla su actividad en el ámbito judicial del conurbano bonaerense, en diferentes cargos que le confieren distintas responsabilidades, con sus luces y sombras, matices violentos y contrastantes, que ponen en discusión su idealismo juvenil de querer cambiar el mundo. Pero no sólo se trata de ello. También es un amplio recorrido por su infancia y adolescencia: los primeros años escolares, el fallecimiento temprano de su madre, los enamoramientos fugaces y furtivos, los miedos y las ilusiones.
En consecuencia, la novela se estructura como una larga reflexión en primera persona –por eso me pregunto cuánto de autobiográfico la sustenta, máxime que la autora ejerció durante algunos años la profesión legal-. Como curiosidad, la protagonista carece de nombre, es un ser anónimo que recorre los vaivenes de su vida con las dudas propias de sus atributos y carencias. Aunque esta característica no le quita mérito ya que refuerza las cualidades de su personalidad.
El doble relato fluctúa entre el presente y el pasado del personaje, intercalado a manera de historias paralelas, me lleva a pensar que se trata de un bildungsroman o novela de aprendizaje, en la cual una mujer, en este caso, busca su propia identidad y el lugar que anhela en un mundo de hombres, tanto en los tribunales de justicia como en la vida de relación. El final, abierto, sin fórmulas mágicas, parece darle la razón a su búsqueda.
Quiero detenerme en el título. Libertad bajo palabras juega con una idea a mi modo de ver inquietante. Porque si la libertad está por debajo, sometida, a las palabras y éstas son meras convenciones para designar los elementos que nos rodean, físicos o inmateriales, se me ocurre pensar que la libertad aparece así como una convención, una transacción, un entendimiento que le resta la naturalidad que debe tener, la libertad con que debe manifestarse, como volver a decir “la libertad es libre” sin condicionamientos.
Esta primera incursión de Verónica Boix en la literatura me ha dejado con ganas de saber más de ella en el futuro y seguramente veremos el resultado en breve.
Cuando estaba terminando el comentario, me llegó la información que la novela participará en las Ferias de Guadalajara (México) y Frankfurt (Alemania), dos de las exposiciones más importantes del mundo. Felicitaciones a la escritora y también a la editora Nora Galia que en poco tiempo ha logrado, en base a trabajo y perseverancia, ubicarse como una de las más importantes editoriales independientes de Argentina.