La alargada sombra de Tennessee Williams que envuelve a los amantes del teatro
Por Nina Kosmac
Quien ama el cine clásico, el drama y el teatro entiende de pasiones desgarradoras y letales. Casi todas las obras teatrales de Tennessee galardonado con dos premios Pulitzer, cosecharon grandes éxitos y nueve de ellas fueron llevadas al cine, siendo muchas de ellas oscarizadas. El arte del visionario dramaturgo Tennessee Williams ha ido en cierta manera creando el sincrodestino de nuestra sociedad moderna…
Vivimos entre personas muy agresivas, aristócratas decadentes, gigolós, farsantes, hombres débiles, mujeres víctimas de la violencia de género, castrados,“cougars”, adictos… Estamos rodeados de mujeres neuróticas, (víctimas de los cánones de belleza y juventud impuestos por la sociedad, incapaces de asumir con dignidad el paso de los años), de personajillos sin fondo que solo cazan fortunas, hombres maltratadores, ricos egocéntricos, antihéroes… Williams ha sabido abordar con extrema finura y elegancia temas tan macabros como la prostitución, la locura, el infortunio, la infertilidad, el alcoholismo, la soledad, el canibalismo y todo tipo de excesos y perversiones…
Logró escribir sobre ello sin caer jamás en la vulgaridad. El poeta drogadicto y escritor homosexual, más que describir su realidad narró la decadencia moral y el narcisismo de nuestra época. Sus personajes — auténticas criaturas escalofriantes— se muestran perversos, crueles, frustrados y desencantados. Nuestra sociedad actual está enferma, porque la dominan poderosos que podrían ayudar a las personas económicamente arruinadas, físicamente estropeadas y moralmente hundidas… La frustración, la hipocresía y el descontento general son parte de nuestro día a día… Estamos en una sociedad derrotista que vive una profunda crisis moral y ética descrita magistralmente por el mencionado dramaturgo.
Un poeta visionario
La maestría de Williams radica en su conocimiento de los claroscuros matices del alma humana y en el delicioso cinismo de sus intemporales diálogos.
Tennessee Williams (Misisipi, Estados Unidos, 1911-Nueva York, Estados Unidos, 1983) escribió obras que son auténticas profecías de todos los males que aquejan actualmente la sociedad. Su compañera más fiel desde su tierna infancia —marcada por el matriarcado y lobotomía practicada a su bellísima hermana— fue la soledad unida a la tragedia. Quizás por ello ha sabido plasmar y entender de formas distintas la soledad, el escándalo y la maldición que lo acompañaron como sombras oscuras hasta su muerte en circunstancias misteriosas. La gran mayoría de los personajes creados por el genial dramaturgo son malos-malísimos, antihéroes y heroínas que forman una especie de tribu compuesta por jinetes solitarios de almas oscuras y retorcidas. Conocedor de todos los matices claroscuros del alma humana ha sabido tejer con refinada sofisticación y delicadeza la evolución de todos sus personajes-arquetipos.
El que es considerado uno de los mejores dramaturgos estadounidenses (junto a Eugene O´Neill y Arthur Miller) ha sido fuente de inagotable inspiración para un gran número de geniales futuros cineastas debido a sus intensos melodramas y la forma de vivir al límite de sus góticos, sensuales y enigmáticos personajes. Los sutiles e intimistas diálogos están dotados de un cinismo suave y por ello asfixian, agobian y matan lentamente como el más dulce de los venenos.
Pedro Almodóvar referencia sus obras constantemente; en una de sus películas más positivas “Todo sobre mi madre”, donde una actriz llamada Huma Rojo (en homenaje a la obra de Williams “Verano y humo”) interpreta a Blanche Dubois sobre el escenario. El dramaturgo ha llegado a influenciar de tal manera al oscarizado cineasta manchego, que la sombra invisible de Williams lo acompaña de principio a fin en su película “Átame”. Muchos moralistas consideran que uno de sus agridulces melodramas, “La primavera romana de la señora Stone” novela escrita en la mitad del siglo pasado, debería ser leído por cualquier mujer madura antes de vivir un romance con un joven. No sé si algunas de las mujeres obsesionadas con muchachos se atrevieron a hacerlo… Asimismo, consideran que todos los “viejos verdes” deberían de ver la comedia protagonizada por Michael Douglas, cuyo guión está escrito por el novelista David Levi titulada, “El hombre solitario” ciertamente inspirada en la temática de las obras de Tennessee…
El amor tóxico y la pasión malsana en “Un tranvía llamado deseo”
El mítico personaje Blanche Dubois es el de una mujer bella madura; una flor marchita, obsesionada por los vestidos, las apariencias, el físico y la juventud. Su precaria situación económica, la pérdida de su lozanía, su insatisfacción sexual y emocional hacen que su neurosis vaya in crescendo. Ella es una “vieja verde”, que no ha sabido asimilar el paso de los años. La patética figura del personaje de Blanche Dubois es uno de los personajes tristemente célebres de su obra teatral “Un tranvía llamado deseo”, llevada al cine e interpretada magistralmente por Vivien Leigh. Marlon Brando por su parte interpreta a Stanley Kobalski es el prototipo del macho-alfa, que con su rudeza, fuerza bruta y primitivismo domina y subyuga a todas las mujeres, como si de hembras del reino animal se tratase.
Blanche Dubois llega a decir “no hay nada más lejos de la muerte que el deseo”.
La apatía y el desempleo en”El Zoo de cristal”
”El Zoo de cristal” es una de las obras del ”caballero dandy“ TW, muy interesante y autobiográfica. El personaje principal es el de una mujer del sur abandonada por su marido, que educa con severidad a sus hijos. Laura, la frágil e inútil hija, colecciona animales de cristal, mientras su hermano escribe poesía y trabaja todo el día para mantener a la familia. Willams vivió en un matriarcado y fue su dulce madre —obsesionada con lo material, aquejada por la pobreza y el abandono del marido— quien le sugirió, durante una de sus largas enfermedades, que fuese escritor
Tom, uno de los personajes dice:”Bajé por última vez esos peldaños de la escalera de emergencia y seguí, desde entonces, los pasos de mi padre, tratando de hallar en el movimiento lo perdido en el espacio…Viajé mucho por todas partes. Las ciudades pasaban rápidamente ante mí como hojas secas, de brillantes colores pero arrancadas de la rama. Me habría detenido, pero algo me perseguía”.
La nostalgia de la juventud perdida de “Dulce pájaro de juventud”
Es esta una obra nostálgica, que enseña la pureza de los sentimientos como el único elixir de eterna juventud que existe. La cita más conmovedora de la mencionada obra viene a ser la siguiente: “La gran diferencia entre la gente no está entre ricos y pobres o entre buenos y malos, sino entre los que supieron amar intensamente y los que jamás lo lograron porque no conocieron el amor”.
La pedofilia y la frigidez de “Baby Doll”
Escribió el guión de la polémica película “Baby Doll” siendo capaz de mostrarle al mundo entero el poder que ejerce la inocencia femenina. Caroll Baker fue la actriz elegida para interpretar su particular visión de una ”Lolita” fría y perversa. De la película cabe destacar nuevamente la insolente perspicacia de los diálogos. El personaje principal llega a decir: No hay tortura comparable a la que puede sufrir un hombre ante una mujer fría. No existe ninguna peor.
El alcoholismo en el seno de una familia disfuncional
de ”La gata sobre el tejado de zinc caliente”
Fue llevada al cine protagonizada por Elizabeth Taylor y Paul Newman.
El dramaturgo escribió en el dialogo de la misma: ¿Sabes cuál es la mayor victoria de una gata sobre un tejado de zinc caliente? Resistir en él todo el tiempo que le sea posible, hasta el último segundo. Una frase que bien puede servir de resumen de toda su ardiente obra.
El autor nos ha dejado preciosos y profundos dramas psicológicos cuyo legado final sin embargo no deja de ser esperanzador, ya que su propuesta y consuelo a los males que nos aquejan es la de la resiliencia, fortaleza y resistencia unidas a la fuerza del amor como remedio universal contra todos los males.
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