Los libros de la isla desierta: 'Masa y poder', de Elías Canetti

^{ÓSCAR HERNÁNDEZ CAMPANO. Tw: @oscarhercam}

Estamos, quizá, ante un libro que no lo es. Un manual que se adentra en la antropología, en la psicología, en la ciencia política e, incluso, en la filosofía. Lo adereza con mitología, historia y sociología. Es un libro Masa y poder que son muchos libros.

Elías Canetti, de origen sefardí y Nobel de literatura en 1981, fue un nómada que recorrió y vivió en diferentes lugares de Europa a lo largo de todo el siglo XX. Ciudades como Ruse (Bulgaria), Viena, París, Manchester, Londres y Zurich acogieron a este doctor en química, quien nunca mostró interés por dedicarse a esa rama del saber, políglota (hablaba al menos ladino, búlgaro, alemán e inglés), e intelectual que, desde muy joven, se sintió atraído por la literatura.

Creó sólo una novela, Auto de fe, perseguida por los nazis, prohibida y reeditada en los años 60. Entre su producción encontramos varias obras de teatro y la obra magna de su vida: Masa y poder. Él mismo admitió que ese gigantesco ensayo fue la obra de su vida.

Escrito a lo largo de varias décadas, el libro se adentra y disecciona las características de las masas. Con una prosa clara y descriptiva, plagada de ejemplos y testimonios de antropólogos y otros científicos, que recuerda los ensayos de Lévi-Strauss o Mircea Eliade, Canetti explica los diferentes tipos de masas, las motivaciones de las personas para unirse en ellas y comportarse como tal, las formas de actuar de cada masa según la circunstancia (caza, ataque, huída, lamentación, espiritualidad, etc.) y muchas más variantes a lo largo de la primera parte del ensayo.

En su segunda parte, Elías Canetti pone bajo el microscopio las naturalezas del poder: qué es, formas de ejercitarlo, el concepto de orden, la obediencia, la acumulación del poder, la soledad de su ejercicio, etc. Un estudio detallado, en definitiva, y analizado desde las múltiples ópticas que ofrecen las diferentes ciencias sociales.

El texto está jalonado, como comentábamos, por numerosos pasajes extraídos de ensayos antropológicos que vienen a ejemplificar las teorías que plantea el autor. Así, asistimos a rituales de coronación de tribus africanas, a la historia de un rey mongol tan cruel como poderoso, a las costumbres de caza de pueblos indígenas, etc.

Canetti, en definitiva, escribió un ensayo enciclopédico sobre el comportamiento de las sociedades humanas, escrutando cada manifestación de las diferentes culturas en relación con el comportamiento en grupo. Desde los grupos cazadores del paleolítico o de las junglas amazónicas actuales, pasando por el significado psicológico de las órdenes, con diferente efecto en quien las da que en quien las recibe, o estudiando la voluntad universal de supervivencia sobre los demás, hasta la psicología del mando y de la ostentación del poder sobre una masa, o el control y dominio de un país entero.

No estamos ante un texto sencillo de lectura rápida. Masa y poder exige tiempo, paciencia, atención y reflexión. Es un ensayo fundamental en el contexto de la Europa de los totalitarismos del siglo XX, aunque perfectamente extrapolable a cualquier tiempo y lugar. Canetti buscaba plasmar por escrito las claves de la formación de las masas y de su control, analizando diferentes ejemplos de lugares dispares y tiempos diversos para extraer conclusiones válidas con carácter universal y atemporal. Es decir, desde que el mundo es mundo, los seres humanos, y también muchos otros animales con los que compartimos planeta, se han reunido en grupos más o menos numerosos por distintos motivos y con distintos fines. Así mismo, donde ha habido un grupo social, una masa, ha habido, hay y habrá alguien que la domine y que ejerza el poder. Los extremos a los que puede llegar quien gobierna también son estudiados en el libro.

Masa y poder, obra de obligada lectura para quien se interese por entender los comportamientos de las masas y de quienes las gobiernan, es un texto que, indefectiblemente, requiere más de una lectura, por lo que nos lo llevamos a la isla desierta, desde la cual, a cierta distancia de las aglomeraciones, podremos aprender un poco mejor las causas y las consecuencias de la convivencia en sociedad.