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Raúl Quirós da una lección de sororidad con 'Aquellas niñas que reconocimos en fotos'

PILAR M. MANZANARES. TW: @Pilar_Manzr

Escribir una novela con una temática susceptible a malos entendidos que no caiga en tópicos y sensiblerías es un trabajo de campo muy importante. Raúl Quirós Molina se adentra en este aventura con Aquellas niñas que reconocimos en fotos, su ópera prima y un auténtico deleite para los amantes de la literatura que se convirtió en finalista del Premio Nadal 2018.

Siempre he considerado que uno de los aspectos más complicados en el arduo proceso de la creación literaria es conseguir que el lector se identifique plenamente el protagonista de la trama como a uno mismo, que sufra con sus desasoiegos y se soprenda con las virulencias del destino. Quirós Molina lo consigue, y lo hace, además, con un lenguaje que acerca esta obra a todos los públicos y un ritmo marcado que no decae de principio a fin.

El autor nos presenta a la Adela, que después de dos años cuidando de su madre enferma,  ha de enfrentarse a la tarea de rehacer su vida. Para ello se abre un perfil en una página de citas en la que conoce a Honduras, el único hombre que la trata con respeto y cortesía. Al mismo tiempo, conoce a David, novio de Teresa, dueño de varios gimnasios y maltratador, con quien comienza una relación tóxica. Conforme avanza la relación, Adela trata de librarse de David mientras le confiesa todo a Honduras a través de Internet. Pero la persistencia de David va en aumento y amenaza con convertirse en un gran peligro.

Años más tarde, la cantante latina más importante del momento, que superó a las grandes estrellas de principios del siglo XXI como Rihanna o Lady Gaga cuenta su vida antes de morir de cáncer. A lo largo de una historia en primera persona, narra un infierno de maltratos, prostitución y pederastia en su ciudad natal, pero también de complicidad con las mujeres que le rodeaban, compañerismo y el amor, el suave y el terrible.  Además de cómo llegó a conocer a Adela, la persona que le pudo cambiar la vida.

Al cerrar este libro, es imposible no reflexionar sobre nosotras mismas, la vida que nos rodea, la sororidad de la que debemos ser partícipes y  la gran cualidad del ser humano: sacar de terribles sucesos las mayores enseñanzas.

El autor

Raúl Quirós Molina, escritor y director de teatro conocido por sus obras Flores de España y El pan y la sal. Ha trabajado en varios proyectos por los derechos reproductivos y la erradicación de la violencia contra las mujeres.

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