Gigante Festival 2018
Por: Marisa Nocea
De agosto a Gigante
La primera vez que oí hablar del festival Gigante fue en 2015. Ese año celebraba su segunda edición con un cartel compuesto por grupos como Vetusta Morla, Dover o El Columpio Asesino. Era el primer fin de semana de septiembre y me pareció una fantástica idea terminar el verano de festival en Guadalajara, y fui un enorme acierto ya que además de disfrutar de dos magníficas jornadas de música, pude hacerlo de una forma inusual: con tranquilidad, sin aglomeraciones ni colas.
Tres años después he vuelto a pisar el Estadio Fuente de la Niña de Guadalajara para volver a disfrutar de este festival, que tenía lugar del 31 de agosto al 2 de septiembre, y ver cómo ha evolucionado. A pesar de aumentar sus jornadas de dos a tres, y de traer a su escenario a un peso pesado como Enrique Bunbury, el Gigante Festival sigue manteniendo su esencia: ofrecer conciertos de los artistas más destacados del panorama indie nacional en un ambiente cercano, familiar y tranquilo, todo ello sin renunciar a la diversión propia de cualquier festival.
La primera jornada no pude disfrutarla, pero intuyo que no debió ir mal con nombres como El Kanka, Sexy Zebras o Amatria en el cartel de día. Para mí, el Gigante comenzó en la que fue la segunda jornada, la del viernes. Comenzando por las taquillas de la entrada, siguiendo por la entrada al recinto, el punto de cambio de tuents o barras, el orden y la poca espera era positivamente asombrosa. Desde fuera, pocos dirían que en unas horas estarían tocando grupos del nivel de Lagartija Nick o La MODA.
Justo a la entrada se encontraba el escenario Mahou, donde desde principio a cierre del recinto encontraríamos dj’s pinchando temazos que iban desde The Strokes hasta Ojete Calor. Era imposible pasar por allí sin pararse a bailar un rato ante él. En la zona de food trucks se encontraba el escenario Coca-Cola, donde aquella jornada estarían grupos como Leone, Los Estanques o Texxcoco. Los dos escenarios principales, el Gigante y el Guadalajara, los encontraríamos enfrentados en la mayor explanada. Los míticos Lagartija Nick cerraban su concierto pasadas las 21:15h, cuando ya había gente esperando en el escenario Guadalajara para ver en las primeras filas el gran directo de Viva Suecia. La banda murciana era una de las más esperadas y el público no perdía ocasión de corear algunos de sus temas más conocidos: “Hemos ganado tiempo”, “Amar el conflicto”, “Permiso o perdón”… Hasta que se despidieron mientras sonaba de fondo “Wish you were here”. Su concierto superó expectativas y dejó el ambiente más que preparado para lo que nos esperaba en el escenario Gigante: Dorian. Las luces de neón y el humo acompañaron a la banda durante todo el concierto, que arrancaba sobre las 22:15h con temas como “Verte amanecer” o “El temblor”. Cerca de las 23:00h invitaban a subir al escenario a Maryan Frutos, cantante de Kuve, para cantar junto a ella “Vicios y Defectos”, tema del último disco en el que colabora Javiera Mena.
No faltaron temas como “Arrecife”, “Hasta el amanecer” o “Paraíso artificial”, para terminar sobre las 23:30h con “Los Amigos que perdí”.
Tras los barceloneses, llegaría el turno de la Maravillosa Orquesta del Alcohol, más conocida como la MODA. Qué podemos decir de esta banda, que es capaz de erizar la piel de cualquiera desde el primer segundo que pisan el escenario. Uniformados con sus habituales camisetas blancas de tirantes, comenzaron su concierto pasadas las 23:45h mientras desde el público coreaban “Héroes del sábado” y les gritaban “¡poetas!”. Tocaron temas como “Mil demonios”, “La Inmensidad”, “Una canción para no decir te quiero”, “PRMVR” o, por supuesto, “Héroes del sábado”. Pocas palabras hay para describir la enorme fuerza que estos chicos transmiten, porque hasta lo de “maravillosa orquesta” de su nombre se les queda corto.
Era turno para Novedades Carminha, que cerrarían las actuaciones del escenario Gigante. El grupo gallego transformó toda la energía en baile con temas como “Fiesta tropical”, “Que Dios reparta fuerte”, “Verbena” o “De vuelta de todo”. Sus ritmos pegadizos pusieron a bailar a todo el público, donde ya apenas se encontraban los peques que veíamos disfrutar durante el día por el recinto, dejando el cuerpo perfecto para la pareja experta en temazos: Elyella Dj’s, quienes cerrarían el escenario Guadalajara. “Ella” y “Mono”, la unión de la eléctrónica y el indie, trajeron un más que bailado “Mira como vuelo” de Miss Caffeina o “Dog days are over” de Florence and The Machine. Entre grandes himnos y cañonazos de serpentina se concluía la segunda jornada del Gigante Festival.
Durante la mañana del sábado, algunas plazas de la ciudad acogieron los conciertos de Villanueva, The Grooves y Nixon, que servirían como calentamiento para la que sería la jornada de cierre de esta edición.
A la entrada del recinto solo había que mirar las camisetas de la gente que llegaba para saber quién era uno de los artistas que iba a tocar esa noche: nada menos que Enrique Bunbury en la que sería su última fecha en nuestro país antes de partir hacia Latinoamérica.
Rodrigo Soler inauguraba el escenario Coca-Cola, mientras que unos minutos más tarde arrancaría Kuve en el Gigante, escenario en el que ya estuvo la noche anterior acompañando a Dorian. Embusteros serían los encargados de abrir las actuaciones en el Guadalajara, dando paso tras su fin a la actuación de los sevillanos Full, momento en el que el recinto comenzaba a llenarse dejando entrever que habría mayor asistencia que en el día anterior. Mientras en la zona principal sonaban temas como “Distintos” o “Tercera Guerra Mundial” de manos de Full, Ecléctica lo daba todo en el escenario situado en la zona de restauración. Llegó el turno de Elefantes, enfundados en los elegantes trajes blancos con los que solemos verlos en los escenarios. El grupo barcelonés es único transmitiendo buenas sensaciones con sus directos, en gran parte por la capacidad de Shuarma de llenar el escenario con un par de gestos. Tocaron temas nuevos como “Isabel” o “Cada vez”, pero también himnos como “Que yo no lo sabía”.
El otro escenario se iba llenando para coger sitio en uno de los conciertos más esperados de la edición: la del que fuera líder de Héroes del Silencio, Enrique Bunbury. Antes de que comenzara el concierto, el grupo Petiso probaba el sonido en el escenario Cocacola, para finalmente anunciar que debían aplazar su actuación para no coincidir con el concierto de Bunbury, algo que no sentó muy bien a los chicos de la banda, aunque sin duda eso posibilitó que el número de asistentes a su concierto fuera mucho mayor que el que hubiera sido coincidiendo con el escenario principal.
Antes de que Enrique Bunbury saliera al escenario, ya estaba todo el festival esperando con ansia. A la salida de los Santos Inocentes, banda que acompaña al zaragozano desde hace años, y del propio Enrique, los rostros de las primeras filas eran de pura emoción. Aunque comenzó con temas recientes como “La actitud correcta”, “La ceremonia de la confusión” o “Bandeja de plata”, también hubo tiempo para hacer un repaso por sus discos anteriores y, para alegría de todos, también temas de su etapa en Héroes del Silencio, algo que comenzó a incluir hace no mucho tiempo y que todos los seguidores de Héroes agradecemos. Bunbury estuvo muy cercano con el público, tanto que bajó hasta él durante el tema “Me calaste hondo”, y volvió hacerlo para cantar cogido de la mano de muchos de los que se encontraban en primera fila “Maldito duende”, algo que difícilmente olvidarán los afortunados.
También sonaron temas como “El extranjero”, “El hombre delgado que no flaqueará jamás, “Lady Blue” o “Sí”, volviendo a su etapa de Héroes con temas como “Mar adentro” o “Héroe de leyenda”.
Un gran show, no solo por parte de Bunbury sino también por los grandes músicos que le acompañan, como Álvaro Suite o Jordi Mena.
Rondaba la media noche cuando terminaban el concierto, pero aún quedaba mucha más música en directo. Comenzaba Ángel Stanich, que nos pondría a bailar con temas como “Metralleta Joe” o “Mátame camión”. Tras él, y cerrando el escenario Gigante en la presente edición, llegaba un grupo que está poniendo patas arriba la escena actual de este país no solo con la calidad de su música si no también por la potencia de sus directos: Rufus T. Firefly. Tocaban en el escenario que antes había estado Bunbury, y por ello pudimos ver a miembros de su banda asomados para poder disfrutar de la música del grupo de Aranjuez. En el Gigante Festival demostraron una vez más que las buenas críticas que reciben son más que merecidas y que juegan en otra liga. La magia que es capaz de crear Víctor Cabezuelo, unido a la fuerza de la batería de la gran Julia Martín, sumado a un gran equipo que les acompaña, hacen que se hayan consolidado como uno de los grupos más respetados de la escena indie actual. Tocaron canciones como “Demogorgon”, “Druyan y Sagan”, “Pulp Fiction” o “Nebulosa Jade”, momento en el que gran parte del público encendió bengalas para acompañar el tema, haciendo aún más mágico el momento.
Pasaban las 02:00h cuando finalizaba Rufus y llegaba el último concierto de esta edición, de la mano de KITAI. Los madrileños nos dieron una gran energía y una gran puesta en escena, incluyendo disfraces de dinosaurios y pogos entre el público.
En unos tiempo en los que hacer festivales de indie está de moda, es importante buscar tu hueco y hacerte diferenciar del resto de festivales por alguna particularidad. El Gigante Festival lo sabe y por ello a principios de septiembre llama a nuestra puerta para hacernos disfrutar de nuestros grupos preferidos, aquellos que hemos tenido que ver entre aglomeraciones y colas, de una forma mucho más cercana. La ausencia de colas, el orden y un buen cartel hacen que sea un lugar perfecto para despedir el verano para cualquier amante de la música: tanto familias completas con hijos pequeños como grupos de jóvenes a las puertas de un nuevo curso. El año que viene espero poder volver para recibir al mes de septiembre de la misma guisa: con buena música.