"Por los pelos": una comedia menor que el público convierte en una gran juerga
Por Horacio Otheguy Riveira
Por los pelos es un fenómeno social en el mundo teatral. Estrenada en Alemania en 1963 (Scherenschnitt: Corte de tijera) como un experimento de comedia policiaca con participación activa del público en la elección del culpable de asesinato, a partir de 2005 en Estados Unidos se convirtió en un notable éxito cómico que se trasladó a otros países. Y de las abundantes obras del autor, nada se sabe.
En España ya se representó varias veces (en castellano, catalán, valenciano…), y ahora reaparece en adaptación de una de las mejores compañías nacionales, la valenciana L´Om Imprebís. Su versión de Por los pelos se convierte en una farsa con su natural sobredosis de caricatos. No falta de nada: el gay encantado de haberse conocido; el tímido inquietante; el falso galán, policía embozado; la rompecorazones sexy; la ricachona repelente, y desde luego el comisario intachable. Entre tantos tópicos se desarrolla una obra dentro de una peluquería con una vecina que toca muy bien el piano hasta que alguno de los citados la mata “en un descuido”.
A lo largo de su presentación de situaciones y personajes con alguna canción y coreografía revistera, el humor es en exceso directo y falto de sutilezas, rozando la vulgaridad rampante. Sobre todo se echa de menos la genial manera de divertirnos de sus principales responsables: el director Santiago Sánchez y los actores Carles Montoliu y Carles Castillo, el trío de ases que creó La Crazy Class, ya que Por los pelos no está a la altura, no sólo de aquella obra magistral, sino del talento de sus creadores. Y si uno no va muy predispuesto a divertirse como sea, es decir, medio reído desde casa, el show resulta pesado, muy visto. Pero, eso sí, como esta compañía domina el arte de improvisar (recordemos otro espectáculo inolvidable con el mismo trío mencionado: Imprebís, un espectáculo de improvisación absoluta, a merced de los espectadores que se mantuvo desde 1995 hasta 2016, recorriendo 18 países) su excelencia se expande entre los otros integrantes del reparto y la verdadera juerga comienza cuando el comisario (Juan Gea en ingeniosa creación de comisario tradicional, metido a dirigir un guirigay como si lo hiciera de toda la vida) pide luces al patio de butacas y reclama la colaboración del público para resolver el caso.
En la búsqueda del asesino está la clave, y hay espectadores que se entusiasman —algunos ya es la tercera vez que ven la función, y hasta la quinta si se tienen en cuenta las anteriores puestas en escena—, entonces surgen compromisos divertidísimos para los intérpretes que lo pasan bomba inventando chascarrillos y peloteras con gente entusiasmada por ser ellos también actores de repente, personajes de una historia que puede llegar a durar más de dos horas… según el ingenio de los nuevos participantes, y las situaciones que se creen entre unos y otros.
POR LOS PELOS
Autor Paul Pörtner (Elberfeld, Wuppertal, Alemania 1925-Múnich, Alemania 1984)
Versión y dirección Santiago Sánchez
Reparto Rafa Alarcón, Carles Montoliu, Carles Castillo, Juan Gea, Lola Moltó, Marta Chiner (en la foto)
Con las voces de Francis Montesinos, Ángels Barceló, Juan Ramón Lucas
Diseño de escenografía Dino Ibáñez
Diseño de vestuario Gabriela Salaverri
Diseño de iluminacióin Rafael Mojas
Caracterización Mercedes Luján
Colaboración coreográfica Montse Calafí
Colaboración de canto Andrés Navarro
Fotografías Jordi Pla
Colaboración de luchas Gorsy Edú
Dirección técnica Kique Mañas
Una producción de L´OM IMPREBÍS y OLYMPIA METROPOLITANA
Teatros del Canal. Sala Verde. Del 25 de julio al 18 de agosto 2018