¿Ha explotado el Mad Cool la burbuja de los festivales en España?
Por: Mariela Bargueño
Mad Cool Festival 12, 13 y 14 de julio
IFEMA Feria de Madrid- Espacio Valdebebas
¿Ha explotado el Mad Cool la burbuja de los festivales en España?
Colas interminables a pleno sol, pésima organización y piedras del tamaño de pelotas de fútbol son los obstáculos que han tenido que sortear muchos festivaleros hasta acceder al recinto y conseguir disfrutar de bandas de la talla de Pearl Jam. El Mad Cool está que se sale en su tercer año de vida, pero de salirse del panorama musical.
Con claras reminiscencias al caos ocurrido en el Festimad05′, donde chavales descamisados llenos de frustración destrozaban barras de bebidas con The Prodigy como banda sonora, se vivieron momentos más que preocupantes en la primera jornada del Mad Cool.
Quizá sus varias reventas de abonos (habiendo colgado tres ´sold out´ distintos), su afán de mercantilizar el evento o de apropiarse de la oferta musical en la Comunidad de Madrid hayan sido las cartas que les han jugado una fatal baza. Ayer viernes no salvó a Javier Arnáiz ni la música, Massive Attack canceló su esperado concierto debido a interferencias de sonido con los también británicos Franz Ferdinand. Bastante comprensible diría yo, pues son nada menos que siete los escenarios que poblan el recinto ferial de Valdebebas, entre Alcobendas y el exclusivo barrio de La Moraleja. Ubicación: también mal.
Son ya tres años de Mad Cool, un festival que empezó muy bien pero que ha ido desinflándose a medida que crecía fruto de ese ansia de poder. Mad Cool ha conseguido que no se hable de música en su festival, han querido ser “Primaveros” y han fallado catastróficamente en el intento. Esperemos que tras un fatídico viernes 13, hoy sábado, la impresionante LP, los Queens Of The Stone Age o Nine Inch Nails convieran estas penurias en algo ya parte del pasado.
Y sino, ya tendremos tiempo el domingo de esperar comunicados por parte de la organización del Mad Cool (que han brillado un año más por su ausencia) y agradecer el inicio del fin de esta locura festivalera que asola España.
De momento, preparemos el ‘liquid cash’, la crema solar y las botellas de agua para una nueva batalla musical mientras la burbuja de festivales empieza a resquebrajarse. Queremos música pero también queremos que nos cuiden.
El público lo merece, sin él la música no tiene sentido.