Dos visiones del arte
Por Julia María Carvajal
“El arte no es lo que ves, sino lo que haces que otros vean.”
Edgar Degas
Maria Alonso Paez se expresa a través de la abstracción, y en sus obras crea un mundo de sensaciones, un universo de formas y colores que explotan inundando el lienzo, trabaja en series, Chaos, Emotio, Vestigium, Insomnia, Papalotl, Altum, Nature, Omnia, todas ellas se inspiran en la mitología, los sentimientos, la naturaleza, reflejan estados puros de conciencia e inconsciencia, establecen un diálogo con el espectador, apelando al subconsciente que debe percibir el mensaje oculto en cada lienzo. Su producción es el resultado de la constante investigación, el exhaustivo trabajo, y la pasión por la pintura. La libertad cromática, la carencia de formas, hace que se apoye en un lenguaje visual subjetivo y espontáneo utilizando un método de creación impulsivo. Prefiere los grandes formatos, la interpretación del espacio-tiempo propicia una liberación de la experiencia estética, es otra forma de acercarse al hecho pictórico, lo importante es el proceso, el acto de pintar más que el resultado final, aunque en este caso sea extraordinario. La autenticidad plasmada en el carácter expresivo de su obra, es otra de las grandes aportaciones de esta artista. En la muestra que presenta ahora en Italia, cuna del Arte, con su serie Omnia, condensa todo su bagaje artístico.
Victor Goikoetxea es pintor y escultor, figurativo y abstracto, descubridor de nuevos lenguajes estéticos y con una exquisita formación artística, adquirida sobre todo en Italia. Un hombre renacentista que no pone límites al conocimiento, además de pintar y esculpir, realiza trabajos de arquitectura y decoración, posee un insaciable deseo de aprender y de ser capaz de emocionar con su talento, algo que consigue a menudo con sus magnificas producciones, como el túnel de Miramar, en la elegante ciudad de San Sebastián (España), a lo largo de veintinueve metros, se proyecta en la imaginación del espectador un paseo por el fondo marino, protagonista de una experiencia mágica. En apenas un año, cinco millones de personas han admirado esta fantástica obra. La curiosidad como base de la sabiduría, le ha llevado a experimentar con diferentes materiales, su último descubrimiento “los termomodelados”, son obras impactantes realizadas con pvc y metacrilato, sometidas a calor para obtener formas sinuosas de un bellísimo efecto visual. Sus esculturas, nácar surgido de fibra de vidrio, de las que expone dos piezas en Milán, representan modernas cariátides etéreas. La huella de este artista se encuentra en edificios públicos, empresas privadas, iglesias, y también grabada en la retina de todos los que alguna vez contemplaron sus creaciones.