Clara Sanchis descubre la importancia de tener una habitación propia… y algo de dinero
Por Ana Riera
De la mano de la polifacética Clara Sanchis y de la directora María Ruiz, podemos disfrutar de nuevo, en esta ocasión en el Teatro Galileo de Madrid, de la interesante e inspiradora pieza Una habitación propia, basada en el ensayo que bajo el mismo título escribió, allá por el año 1929, la insigne Virginia Woolf. Se trata de una obra clave del feminismo y es una agudísima reflexión sobre la maltratada figura de la mujer tanto en el mundo del arte en general como en el de la literatura en particular.
A partir de una premisa aparentemente sencilla (La mujer y la literatura) la protagonista —una Clara Sanchis que está simplemente fantástica— se enzarza en un monólogo repleto de ironía y de verdad. Un monólogo que en realidad no lo es (al menos eso afirma Clara, tal vez por su reconocida aversión a los mismos), si no que nace con voluntad de diálogo entre una conferenciante y su público. Y ella lo aprovecha, lo usa para meterse a los asistentes en el bolsillo, interacciona con ellos, convirtiéndoles así en cómplices (el día que fui, estaba cayendo una tormenta impresionante; se oía el repiqueteo del agua sobre el tejado. Y Clara improvisó: “¿me oyen ustedes bien?, es que con la que está cayendo”).
Sentada entre el público, como si fuera una de las chicas inglesas que en 1928 asistieron a las conferencias de Virginia Woolf que luego inspiraron esta obra, observo la reacción de la gente que me rodea. Teatro dentro del teatro. Al lado, una mujer que debe rondar los setenta no hace más que asentir con la cabeza, confirmando a cada rato las palabras que salen del escenario y se encaraman a las butacas. Percibo también que muchas mujeres de mediana edad se alegran de escuchar ese texto que confirma lo que ya sabían de boca de una mujer fuerte y luchadora. Veo también algunas jóvenes que se sorprenden al oír determinadas cosas, al descubrir que alguien que creían tan lejano es en realidad tan actual. Y muchos hombres (debo reconocer que eso me encanta) que reaccionan de forma muy positiva, como si les aliviara poder implicarse por fin. Esto último me hace pensar que estamos más cerca de poner en práctica lo que propone la propia Virginia Woolf en un momento de la obra: “ser mujeres masculinas y hombres femeninos”, para reencontrarnos en la semejanza de la diferencia.
Clara, además, nos deleita a lo largo de la pieza con otra de sus grandes pasiones, que abandonó momentáneamente a causa del miedo, pero afortunadamente ha recuperado: el piano. Algo que a la obra le va como anillo al dedo, ya que la música, y en concreto el piano, es una de las pocas actividades artísticas que históricamente se ha permitido a las mujeres, al menos a las de buena familia. Doy fe de que su virtuosismo resulta electrizante. Ella misma ha compuesto lo que toca, a partir de Bach, y el resultado añade a la experiencia un punto de dramatismo exquisito.
Se nota que tanto Clara Sanchis, la actriz que encarna a Virginia Woolf, como María Ruiz, la directora y versionadora, se enamoraron del texto de la escritora inglesa, y que lo hicieron suyo, y que para ellas fue una fuente de inspiración y placer, y toda una revelación. Esa pasión, ese amor, es lo que le llega al público. Al menos es lo que me llegó a mí. Por eso fue un éxito la primera vez, cuando se estrenó en la sala pequeña del Español, y por eso lo está siendo ahora que se ha repuesto en el teatro Galileo. Y por esto la mayoría de días tienen que colgar el cartel de “No quedan entradas para la función de esta noche”.
Creo sinceramente que obras valientes como esta son necesarias. Que es bueno que se reivindiquen personajes tan inteligentes e interesantes, máxime cuando son mujeres. Así que sólo me queda una cosa que añadir. Gracias María. Gracias Clara.
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Intérprete Clara Sanchis
Iluminación: Juan Gómez Cornejo
Vestuario: Helena Sanchis
Realización de vestuario: Sastrería Cornejo
Fotografías: Isabel de Ocampo, Diego Ruiz
Música: Clara Sanchis (a partir de J. S. Bach)
Una Producción de: Clara Sanchis con la colaboración de Seix Barral y Nuevo Teatro Fronterizo
ESPECTÁCULO PRESENCIADO EN 2018. A CONTINUACIÓN LARGA GIRA…