Lydia Fairén: potencia y control vocal sin artificios
Por: Raquel Loredo
Desnuda. Cantar tan solo acompañada de un piano es algo parecido a presentarse desnuda ante el público, el riesgo y la vulnerabilidad es mucho mayor pero también la recompensa. Tras una década afianzando su carrera en el campo del teatro musical, así se presentó Lydia Fairén el pasado 28 y 29 de mayo en sus primeros dos conciertos en solitario. Dos porque tras agotar localidades para la primera fecha la barcelonesa abrió una segunda, volviendo colgar el cartel de sold out como era de esperar.
El ambiente en el Teatro Gymage de Madrid era favorable. La platea venía casi a celebrar la trayectoria de esta habitual del las producciones de primera fila en España. Los Miserables, La Bella y la Bestia, High School Musical o Mamma Mía! son algunos de los títulos en los que ha participado. La presente temporada la ha pasado interpretando a Miércoles en el gamberro musical La Familia Addams que, tras una exitosa estancia en el Teatro Calderón de Madrid, ha iniciado una gira por nuestro país a la que aún parece quedarle mucho fuelle. Es decir, teniendo en cuenta el bagaje profesional de la voz joven de Lydia Fairén el alto nivel estaba garantizado. Lo que venía a mostrar en esta ocasión era un abanico de registros libre de obedecer las exigencias de un personaje concreto. Ella era el motivo y su propia personalidad la protagonista.
Bajo una inteligente y elegante dirección musical de Xavier Torras (director musical de El Guardaespaldas, Mamma Mia, Nit de Musicals, Jesucristo Superstar y Flor De Nit) la cantante ofreció un repertorio ambicioso hilvanado por anécdotas personales que, con toques de humor, fue capaz de equilibrar el conjunto y potenciar los momentos emotivos. Destacó la brillante construcción de medleys que navegaron por la carrera de Fairén, pero también por obras que confesaba querer interpretar en el futuro (estilo cabaret, como por ejemplo Chicago) y por momentos pop que dejaban brillar otras caras de la artista (del I kissed a girl de Katy Perry al Shape of you de Ed Sheeran todo fueron agradables sorpresas). Hay que decir que nunca nadie hubiera pensado que un medley que saltará del Bring him home de Andrew Lloyd Webber al Super Trouper de Abba pudiera ser algo no solo especial sino coherente.
No faltaron los dúos. Arropada por invitados/amigos (de la talla de Julia Möller, Blas Cantó, Fela Domínguez, Guido Balzaretti, Gerard Martí y Alejandro Mesa) Lydia Fairén completó su carta de presentación de la manera más sobresaliente posible. Remató la faena con una enorme interpretación de la exigente Defying gravity, del musical Wicked, que puso en pie a todo el público; y dejó para el final su clásico por excelencia: la esperada On my own con la que arrancaba aplausos cada noche interpretando a la Éponine de Los Miserables.
Lydia Fairén es otro ejemplo del talento que alberga el panorama del teatro musical español, el cual suele eclipsar los nombres propios a favor de la repercusión de las producciones como conjunto. Se prevé que la cantante ofrezca este concierto también en Barcelona el próximo noviembre, pero aún se desconoce fecha y lugar. Habrá que estar atentos para no desaprovechar la oportunidad de escucharla nuevamente en directo como solista.
Muchísimas gracias por tu crítica. No sabes cuánto me alegra que lo disfrutaras y que hayas apreciado tantos detalles.