La crisis de los rohingya y el problema de los refugiados

A raíz de lo que está sucediendo con el pueblo rohingya es muy importante concienciarnos del problema que sufren los refugiados y en los que todos deberíamos poner nuestro granito de arena tanto sabiendo y estando al día de lo que sucede como colaborando con asociaciones que realicen activamente donaciones, trabajo, toda clase de ayuda humanitaria. Asociaciones como ACNUR que con su trabajo diario permite que se pongan esos granos de arena de los que hablábamos para que la situación se revierta o palíe en la medida de lo posible con todo el esfuerzo que hay detrás. Un gran esfuerzo que, si bien se realiza de forma altruista, requiere para ser mantenido de la ayuda de todos, que no quede solo en palabras sino que contribuyamos con, ya que muchas veces es imposible el esfuerzo material, la colaboración y la donación que permitan que muchos valientes sí puedan ayudar en el terreno, con su dedicación formidable.

Como decimos el tema de los refugiados ha de pasar de ser algo que contemplamos desde la distancia a algo que sepamos que está ahí, al lado nuestro, afectando a miles de seres humanos como nosotros al que las circunstancias de la vida obliga a pasar por los tragos más amargos que cualquiera puede, aunque nunca debiera ser así, pasar.

Son varios los frentes que hay abiertos y varios los lugares en los que se necesita esa ayuda sin la que tantos seres puedan llegar a vivir con dignidad, uno de los más terribles es el del pueblo rohingya y el éxodo al que están siendo obligados y forzados a vivir o mejor dicho, a malvivir.

Cientos de miles de rohingyas llegan con terribles heridas a los campos de refugiados en los que viven. Este pueblo musulmán asentado en el oeste de Myanmar es objeto de la atención internacional porque sufre persecución y abusos. Muchos de ellos han optado por huir a países vecinos y el éxodo, la pérdida de sus terrenos, de sus casas, de sus condiciones habituales de vida se pierden quizás ya para siempre. Los rohingya han sufrido décadas de persecuciones en Myanmar, la antigua Birmania, donde la religión mayoritaria es el budismo.

En este sentido recientemente la agencia Reuters ha conseguido ganar el premio Pulitzer 2018 por su trabajo fotográfico sobre la violencia por la que pasaron los refugiados rohingyas al huir de Birmania. Un reportaje fotográfico que muestra una serie de imágenes sobre la situación que viven en el día a día los refugiados, desde la muerte de un bebé de apenas 40 días hasta los restos de un pueblo quemado. Son muchas las muestras que podemos ofrecer pero completamos este artículo con algunas de esas terribles fotografías con la idea no de escandalizar sino de sensibilizarnos todos con lo que sucede y esa realidad que nos atañe y que no está tan lejos ni en el tiempo ni en el espacio.


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