Miriam Alonso publica 'Fonte', una oda al realismo mágico

REDACCIÓN.

Todos viajamos en determinado momento, algunos lo hacen incluso sin moverse de casa,otros acaban en destinos que jamáshubieran deseado… Así arranca Fonte, contando la historiade una circunstancia que sumada a otra sienta las bases para que Grecia, la protagonista de esta historia, se vea empujada a cambiar de vida, de hábitos y aunque asustada, se decida a rompersus costumbres para comenzar con otras, nuevas, diferentes… La transformación de estepersonaje sirve de hilo conductor a la historia escondida entre las páginas de esta novela quetranscurre en menos de una semana.

Así, acaba formando parte de un grupo de senderismo que, en uno de sus viajes, deja atrás las maravillosas costas para internarse en los bosques más profundos de la península, ahí donde no existen los centros comerciales, donde las leyendas, la magia y el misticismo, son el pan de cada día. Los ataques de ansiedad, los de pánico, también son compañeros de viaje, pero dejarse llevar por el miedo no está entre las opciones.

Así es como Grecia llega a Fonte, un pueblo con habitantes escasos donde esas cosas que se olvidan al llevar una vida urbanita, se aúnan para ocuparlo todo. De nuevo, las circunstancias,esta vez meteorológicas, obligan a Grecia a permanecer aislada en aquel remanso donde lejos de sucumbir al tedio, vivirá experiencias de los más enriquecedoras y valiosas. No estará sola en todo el periplo. Una serie de interesantes personajes principales y secundarios la acompañarán, decididos a mostrar que detrás de todo eso que damos por sentado, muy atrás, hay otros mundos que existen, estemos o no dispuestos a tenerlos en cuenta.

Fonte, el pequeño pueblo, toma su nombre de una fuente nacia arriba, en la montaña. Una cúpula protege su agua de las inclemencias y mantiene la magia recogida en el emblemático lugar, custodiado también por un ser anaranjado de cola blanca y patas negras, un zorro, que prevalece por encima de todo. En esta novela llena de realismo mágico, lo que es verdad y lo que no, se mezclan al nivel preciso para trasladarnos a una historia donde el pan se sigue haciendo con las manos, las ancianas visten de riguroso luto blanco y los personajes extienden sus lazos más allá del tiempo.

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