'Lolita', luz de mi comprensión lectora
ESTÍBALIZ GARCÍA.
El pasado mes de febrero supimos la nueva portada del clásico Lolita de Anagrama. Se trata de una mujer en cuclillas, con un utensilio para dar cuerda que le atraviesa la espalda. Esta reedición ha vuelto a resucitar la ya cíclica polémica sobre la historia de la novela. La polémica siempre reside, por un lado, en ver romántica la relación entre Humbert Humbert y la doceañera Dolores Haze. Y por otro, en pensar que la novela apoya y justifica a Humbert. Ambas posturas tienen como base falta de comprensión lectora, algo que debe ser fundamental cuando leemos un texto.
No son pocos los que pretenden ver una historia de amor en una obra que pretende incomodar al lector y hacer que no se sienta identificado con el protagonista y ahí es la raíz del problema: el imaginario colectivo ha interpretado un caso de abuso y poder como una historia de amor.
Hay que destacar que está escrita en primera persona que tiene forma de alegato ante un juez, por lo tanto, vemos a través de los ojos del pederasta. Y el pederasta piensa que una niña de doce años le seduce. Sin duda Humbert Humbert es un personaje odioso, pero muy bien estructurado, ya que el protagonista de la novela es una proyección de los monstruos que por desgracia viven entre nosotras, y si Humbert no actuara así o no pensase de esa forma, sería un personaje plano y sin acabar. Y no podemos edulcorar el mensaje de un violador.
Hablemos de Humbert Humbert: un hombre rozando los cuarenta años que al principio de la novela ya te dice que llama nínfulas a las niñas de entre nueve y catorce años que, según él, revelan sus encantos para llevar a los hombres que triplican o incluso cuadruplican su edad a la perdición. También, desde el principio, nos cuenta que Lolita no fue su primera víctima, es más, nos reconoce que fue un putero: tuvo de amante a una joven prostituta. Al poco tiempo de conocer a Lolita, esconde un diario donde escribe su relación con la niña y su madre, que planea matarla para estar con Lolita todo el tiempo, pero antes, debido a que Charlotte declara su amor por Humbert, piensa que así puede estar más tiempo con Lolita, aunque sea fingiendo sentir algo por la madre. Incluso llega a mentir y a manipular para conseguir unos somníferos pensados para drogar a Lolita y abusar de ella.
A través de sus ojos y sus pensamientos, vemos que odia a los personajes que quieren protegerla. Y a través de sus ojos, Charlotte es una zorra y una pesada, Lolita le seduce con tan sólo sentarse en su regazo, y siente asco sólo de pensar que algún día se convertirá en universitaria, porque eso implicaría que ha crecido y que es mayor de edad. Así piensan los machistas. Y los machistas, al igual que este personaje de ficción, manipulan y chantajean a su víctima (en este caso, Lolita) con tal de evitar que ella denuncie. Humbert compra revistas para adolescentes y refrescos, que se los da a menudo conforme van viajando por Estados Unidos para distraerla.
Si ya con el libro a Vladimir Nabokov no le hicieron justicia, muchísimo menos cuando salió la película. Él dejó bastante claro que Lolita “no era una niña perversa. Es una pobre niña que corrompen y cuyos sentidos nunca se llegan a despertar bajo las caricias del inmundo señor Humbert (…) ” https://www.youtube.com/watch?v=xkr7Ts9GBBM
También dijo que en la película quería a una niña normal y corriente, y como tal, desprovista de cualquier atractivo, pero el director de la película eligió a la joven actriz Sue Lyon, convirtiéndose ésta en la famosa portada del libro, que a su vez fue el cartel de la película, en la que sale ella con gafas de sol y con una piruleta en los labios. Se empezó a sexualizar mucho más a la figura de Lolita, y a partir de ahí se crea el mito, a través de la película que muestra la historia mucho más edulcorada y mucho menos tenebrosa de lo que es en la novela.
Lolita es una víctima que, al quedarse huérfana de madre se queda sola y desamparada y tiene como única persona adulta en su vida a un depredador sexual. Lolita no es una historia de amor, es una historia de terror, maravillosamente bien escrita, que nos deja entrever el interior de un monstruo, que señala a todos los que están ahí fuera.