Roxana Popelka brilla con su retrato social en 'Preparados, listos, ya'
.PILAR M. MANZANARES.
La literatura nace como un arte capaz de resguardarte de la realidad o acercarte mucho más a ella. Roxana Popelka es una gran entendida en esta materia. La autora vuelve a la primera línea de la escritura con el libro Preparados, listos, ya. Ambientado en Madrid, la novela se erige como altavoz de testimonios y preocupaciones de la gente de a pie, aquella que lucha por hacer de este mundo un lugar más justo. En sus páginas se recogen fragmentos de la vida de siete personajes, mujeres y hombres que se prestan voluntariamente a responder las cuestiones de un entrevistador cuya función es transparente, capturar sus palabras a modo de instantáneas fotográficas.
Con un lenguaje coloquial y un ritmo perfectamente marcado, la autora nos presenta un pensamiento colectivo, sentimientos que llegamos a entender como tocantes. Popelka ofrece una conexión directa con esta narración donde se mezcla la ficción con hechos históricos, o ejemplos cinematográficos. Conocemos a todos los personajes que desfilan por la trama a la perfección, porque ese gentío somos nosotros. Es nuestra visión del mundo a través de palabras ajenas que refulgen como propias. Los asuntos de actualidad marcan la temática de esta obra, desde la educación a las relaciones laborales pasando por la desigualdad social.
Preparados, listos, ya enmude a quien lo lee por su radiografía de la sociedad. Un libro más que recomendable, necesario.
La autora
Roxana Popelka (Gijón, 1966). Licenciada en Ciencias Políticas. Doctora en Filosofía. Escritora, poeta. Ha publicado los libros: Ciudad del Norte, Simplemente nada común, Tortugas acuáticas, Todo es mentira en las películas y Cumpleaños feliz. Además, colabora en las revistas Calle 20, Madriz y Culturamas de Madrid. Se dedica, paralelamente, al arte de acción. Es codirectora y guionista de varios cortometrajes como La vida en un corto, El aparcamiento y 38 Toneladas. El segundo resultó ganador en la edición 2005 del Festival de Cine de Gijón (día de Asturias), y fue seleccionado en el festival de cine independiente de Canadá.