Aquí y ahora
POR FCO. JAVIER CLAVERO CHAMPSAUR. http://www.libros.javierclavero.com/ jclavero@javierclavero.com
“El momento actual está lleno de alegría y felicidad. Pero si no estás atento no lo ves”, Thich Nhat Hanh –Maestro Zen—.
En ocasiones vemos que nuestros resultados no son los esperados, no acabamos por conquistar nuestras metas, estas se escapan de entre las manos como la arena seca de la playa a través de los dedos. Leemos libros, hacemos cursos, nos estudiamos, cambiamos patrones de conducta… Creemos hacer todo lo necesario para llevar nuestros sueños a la realidad.
Más bien por alcanzar el máximo de nuestros objetivos, tal vez sin darnos cuenta de que si fuéramos capaces de sentarnos e interpretar, nos daríamos cuenta de muchos de esas metas están realizadas, pero siempre queremos más. Lo cual por otra parte es muy loable, sin embargo no debemos olvidar que esa carrera es larga y requiere de dedicación, esfuerzo y sacrificios. Los guerreros vemos cualquier atisbo de abandonar esa búsqueda y lucha como una derrota, una rendición y no estamos dispuestos a ello bajo ningún concepto.
Y nos olvidamos de que existe algo superior, más grande que nosotros –digamos, el destino— que escrito o no sin duda existe, al igual que nuestros genes resultado de la herencia de nuestros ancestros, que nos acompaña y dicen los expertos en estos temas que son determinantes, aunque no definitivos, en nuestra conducta y resultados. En cualquiera de los casos lo fácil para algunos es acogerse a la buena o mala suerte que tienen. Para los que luchamos por hacer realidad nuestros sueños con todas las herramientas de que somos capaces de utilizar, se nos hace difícil admitir que tal vez ha llegado el final de la lucha, que todo lo conquistable ya lo ha sido y que la postura inteligente y alquimista es empezar a disfrutar de todo, absolutamente todo lo que nos sucede día a día y que más que una conquista comienza la aventura de seguir ampliando nuestro conocimiento sobre nosotros mismos.
“Jugar” pasando la atención a cuanto nos rodea, las circunstancias, los paisajes, los entornos. Sin duda de ellos podemos sacar grandes enseñanzas, moralejas que nos den una mejor perspectiva de lo que vivimos. Agradeciendo por todo aquello que pasamos y que nos ayuda a ser mejores o peores dependiendo de cómo lo encajemos. Es decir de la actitud que tengamos de si somos un escudo que lo acaba rechazando todo o un embudo que lo recoge y saca buen provecho de ese “todo” que nos sucede. La forma en que encaramos lo que llega acaba por determinar el tipo de persona que somos y…
Poniendo la atención en nosotros en lo que se cuece dentro de nosotros, las emociones que nos visitan y las que tienden a quedarse a vivir en nosotros, los pensamientos que nos mantienen ocupados –o preocupados— definen quien somos y camino de en quien nos vamos a convertir. Digamos que cualquier situación por la que atravesamos nos brinda la oportunidad de adquirir un aprendizaje ya no solo para el presente sino para el futuro inmediato. Aprender a gozar de lo conquistado con el equilibrio de seguir asumiendo nuevos retos que nos hagan mejorar, pequeñas batallas que nos brinden la oportunidad de seguir confirmando la materia de la que estamos hechos, siendo conscientes que aun no habiendo nada imposible, un camino de mil pasos comienza con un primer paso y continua con un segundo, nunca pasaremos del uno al novecientos sin pasar por cada uno de los anteriores.
Hayas llegado donde hayas llegado, si decides afincarte y echar raíces será también y sin duda una excelente elección. Recordemos que la adaptación no tiene nada que ver con el conformarse, los primeros con su actitud viven felices y mejoran como personas día a día, los segundos se sienten víctimas de la sociedad y la culpabilizan de su mala suerte.
Por lo tanto vivamos el aquí y ahora de forma consciente, alegre, entusiasta y pongamos el foco no en lo conseguido o en lo que hacemos uno en el cómo lo hacemos y hagámoslo con maestría y excelencia dejando nuestra impronta en todos aquellos que se crucen con nosotros. Esta es una buena herencia que dejar y está al alcance de todos.