Las novelas más difíciles de leer de todos los tiempos (Concentración y sacrificio)
Historias que llegan a tener tantos personajes que es imposible seguir le hilo sin un cuaderno de anotaciones, libros con tantos saltos temporales que el lector se puede perder entre la infancia, juventud, vejez o los 100 años anteriores a la vida de los personajes, la forma en que la historia se muestra, simbolismo, prosa, verso, novelas violentas e incomodas, lecturas que no son ligeras y que obligan al lectora una mayor dosis de concentración y sacrificio.
Meridiano de sangre (1985) – Cormac McCarthy
Una mezcla de violencia y nihilismo, cosa que siempre es de agrado para muchos lectores. Esta historia del ganador del premio Pulitzer por La carretera, narra la historia del “chaval” quien se une a una banda de mercenarios que se dedica a matar indígenas y nativos americanos entre la frontera de Estados Unidos y México en 1849.
The making of americans (1925) – Gertrude Stein
Por su complejo uso de la repetición y su gran extensión, este libro que se podría entender como uno de los pocos ejercicios de cubismo literario; es considerado tedioso y difícil de leer, pero no hay que olvidar que su autora es, en parte, la culpable del estrellato de artistas como Picasso, Cézanne o Renoir.
El Silmarillion (1977) – J. R. R. Tolkien
Si El señor de los anillos puede llegar a ser confuso con tantos personajes, historias, legados y aventuras, este libro es la biblia de la Tierra Media, la creación del Universo, de las criaturas que habitan la Tierra y las primeras batallas. Estas historias son parte del libro de uno de los filólogos más populares de la historia.
Rayuela (1963) – Julio Cortazar
La más famosa novela de Cortázar, el texto que se puede leer de diferentes formas y que revolucionó la literatura para siempre.
Publicada en 1963, Rayuela es la obra literaria más popular del argentino Julio Cortázar, y una de las piezas fundamentales del boom latinoamericano, considerada entre las mejores 100 novelas en español del siglo XX. Y es que es su argumento difuso, el que ubica en varios cuerpos y lo mismo se lee de amor que de arte, el que atrae, porque es leer de cierta forma a la vida pero sin que necesariamente tenga ésta una introducción, un nudo y un desenlace, y los días de la Maga, de Horacio, de Morelli, Talita o de Traveler no trascurren en sujeto, verbo y predicado. Es tal vez la forma en que la pluma de Cortázar golpeó contra el papel y quiso que no se leyera en un camino recto lo que hiciera tan popular Rayuela, o sólo y sólo puede ser la bondad de Cortázar por compartir en un mismo libro su conocimiento literario y su buen gusto musical, lo que lograra que el lector adquiriera múltiples conocimientos en una misma entrega de bolsillo.
Crimen y castigo (1866) – Fiódor Dostoyevski
Una de las novelas más importantes de la literatura universal, el problema ético que se plantea el protagonista, las conversaciones entre personajes que se elevan a diálogos filosóficos y la narración del autor, es lo que convierte a Dostoyevski en uno de los más respetados escritores de la historia.
Battle Royale (1999) – Koushun Takami
A pesar de que la película es famosa internacionalmente, el libro de Koushin Takami muestra una denuncia a la sociedad oriental; muestra, además, lo que para unos es el resultado de una guerra tan devastadora como la Segunda Guerra Mundial a través de una masacre entre adolescentes en la que todo es matar o morir.
Las 120 jornadas de Sodoma (1785) – Marqués de Sade
La sinopsis del libro es más que suficiente para incluirlo en la lista.
Durante el reinado de Luis XIV, en una época paupérrima para el pueblo francés, un aristócrata, un eclesiástico, un banquero y un juez (representantes de los cuatro poderes de Francia) se enclaustran en un castillo en Suiza durante 120 días para disfrutar de 600 tipos de placer, 150 por mes y cinco por jornada.
La Divina Comedia (1304 – 1321) – Dante Alighieri
Una de las cumbres de la literatura universal. Este poema épico es un viaje por la mentalidad de la edad media que lleva al lector a conocer el infierno y a muchos de los famosos personajes históricos que se encuentran en todos sus círculos; el purgatorio y la forma de redimirse de los pecados; y el paraíso, el lugar donde Dante por fin podrá ser feliz junto a su amada Beatriz.
Finnegans wake (1939) – James Joyce
James Joyce dominaba la lengua inglesa y quizás esta fue su forma de burlarse del mundo al crear uno de los libros más complicados de la historia. La conjunción de palabras que Joyce crea, hace que parezca un lenguaje totalmente diferente al inglés, el libro es tan complejo que no existe una traducción oficial al español. Si el Ulises de Joyce es uno de los libros más complejos debido al simbolismo que contiene, leer Finnegans wake hará que cualquiera pase un mal rato.
100 años de soledad (1967) – Gabriel García Márquez
Siete generaciones de la familia Buendía es la forma en la que uno de los máximos representantes del realismo mágico nos regaló uno de los libros más bellos de la literatura latinoamericana. La belleza no radica en el canon estético estándar, sino en la manera en la que el escritor narra la vida de tantas personas, los nexos y conflictos por los que atraviesan; también en la belleza de obligar al lector a contar con un árbol genealógico con el que se debe guiar para no perderse entre tantos años e historias.
El nombre de la rosa (1980) – Umberto Eco
Umberto Eco, catedrático en semiótica y semiología, no sólo dota de simbolismo las páginas que escribe, incluye diálogos filosóficos y convierte su texto en novela histórica, también obliga al lector a pasar por un aproximado de 100 páginas de narración para, después, compensarlo con una de las mejores novelas escritas en los últimos años. Al terminar las páginas antes mencionadas, el lector no podrá parar de leer para descubrir al asesino de una abadía del siglo XIV.
El Archipíelago Gulag (1973) – Aleksandr Solzhenitsyn
Para escribir este libro, el autor no sólo empleó hechos autobiográficos, también entrevistó a más de 227 sobrevivientes de los campos de trabajo soviéticos o “gulags”, los que entre 1926 y 1952 albergaron aproximadamente a 50 millones de prisioneros, de los cuales, cerca de la mitad nunca salió de allí. La narración de Solzhenitsyn es fácil y simple, pero la dificultad de este libro es el dolor, la tragedia y el sentimiento tan triste con el que este premio Nobel impregna al libro.
Underworld (1997) –Don DeLillo
Una de las obras maestras de la literatura posmoderna, esta novela no lineal fue considerada por el New York Times, en 2006, como la segunda mejor novela de los últimos 25 años. Nick Shay es el protagonista de la compleja novela, por momentos parece no ser relevante, pero el hilo conductor siempre termina recayendo en él. Con apariciones de Edgar Hoover, Frank Sinatra y Jackie Gleason, esta novela es una de las obras cumbres de finales del siglo XX.
Naked lunch (1959) –William Burroughs
Otra novela no lineal; ésta fue creada por uno de los máximos exponentes de la generación beat, quien llegó a abusar de todas las drogas, incluso viajo a Sudamérica en busca de un alucinógeno que, supuestamente, le permitiría controlar la mente. William Lee es el alter ego del autor en este libro lleno de los excesos con morfina, cocaína, marihuana y sátiras de la sociedad norteamericana. Tachada de “obscena” y prohibida en Boston hasta 1966, Naked Lunch creó uno de los libros que arrastran al lector al infierno, la cabeza de un junkie.