Las 8 mejores novelas de aventuras de la historia
Originalmente creadas para evadirse de la realidad, las novelas de aventuras constituyen todo un género literario con legiones de adeptos. Puede que sea porque la lucha por la supervivencia o los parajes exóticos donde todo se torna contra el hombre nos trasladen a otras vidas posibles y éstas nunca están de más.
Un día como hoy, en 1850, nace uno de los escritores más destacados del género, Robert Louis Stevenson. El escocés lo conreó ampliamente y logró que sus aventuras fantásticas apasionaran a tantos lectores que se han convertido en verdaderos clásicos literarios. Para conmemorar al eminente autor de La isla del tesoro y El extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde, listamos 8 novelas de aventuras para que disfrutes de viajar con la lectura.
Moby Dick – Herman Melville (1851)
La insaciable sed de venganza del capitán Ahab a bordo del ballenero Pequod contra el famoso cachalote blanco es el hilo conductor de la obra maestra de Melville. Las aventuras en el océano narradas a través de los ojos del joven Ishmael son todo un mar de alusiones bíblicas e interpretaciones que han mantenido a los literatos reflexionando desde hace más de un siglo sobre el verdadero significado del gigantesco cetáceo.
Viaje al centro de la Tierra – Julio Verne (1864)
No se puede hablar de aventuras sin mencionar al visionario francés. Sus epopeyas escritas a mediados del siglo XIX siguen fascinando a quien posa la mirada sobre sus páginas y un buen ejemplo es la novela que imaginó una tierra hueca donde dos exploradores alemanes realizan una expedición. Además, es una de las pocas obras de Verne independientes y no serializadas.
La isla del tesoro – Robert Louis Stevenson (1883)
Ninguna otra novela ha tenido tanta influencia como la odisea de piratas del autor que homenajeamos hoy. Efectivamente, las aventuras de Jim Hawkins en una isla del Caribe contra el amotinado cocinero y pirata Long John Silver son algo atemporal y que nunca está mal revisitar. Aquí encontrarás todo lo necesario: parches, patas de palo, loros, espadas y mosquetes.
El libro de la selva – Rudyard Kipling (1894)
Una colección de historias del británico a modo de fábulas que te hace entender por qué India era considerada la joya de la Corona del Reino. Animales antropomorfizados y un «buen salvaje» llamado Mogwli conforman un relato transgenerancional que resulta un placer a la hora de leerlo por su prosa. Eso sí, no esperes osos danzarines ni números musicales como en la película de Disney.
Leer: 20 escritores mexicanos actuales imprescindibles
El corazón de las tinieblas – Joseph Conrad (1899)
Una de las mejores novelas cortas de aventuras, cuenta la historia del marinero Charlie Marlowe intentando encontrar a Kurtz, el jefe de una explotación de marfil en el Congo Belga. Conforme desciende el río hasta su objetivo, irá adentrándose en un infierno de locura e imperialismo occidental. La obra de Conrad tuvo su excelente adaptación cinematográfica libre en la oscarizada Apocalypse Now (Francis Ford Coppola, 1979).
La llamada de lo salvaje – Jack London (1903)
La mejor novela de este californiano fascinado con el norte explora el territorio del Yukón (en Alaska) a través de los ojos de un perro de tiro llamado Buck durante la fiebre del oro de Klondike que comenzó en 1896. Un ambiente gélido y hostil sirve como perfecta excusa para contar un relato de superación humana y canina.
Correo del sur/Vuelo nocturno – Antoine de Saint-Exupéry (1929)
Aparte del célebre Principito, el autor francés narró las penurias que pasaban los primeros pilotos encargados de transportar correo. Aviador experimentado, no hay nadie mejor que él para contar las vicisitudes de volar desde Marruecos, Mauritania hacia al sur de Francia. Además, se trata de dos libros por el precio de uno, un buen trato.
La playa – Alex Garland (1996)
Conocidísima por su adaptación cinematográfica con Leonardo DiCaprio, narra la aventura de un grupo de jóvenes mochileros empeñados en encontrar una isla tailandesa donde el turismo no ha llegado. Pronto descubren que este paraíso en la tierra al que llegan esconde siniestros secretos y matices que pueden poner en peligro sus vidas. Todo un clásico contemporáneo del género.
Un día como hoy, en 1850, nace uno de los escritores más destacados del género, Robert Louis Stevenson. El escocés lo conreó ampliamente y logró que sus aventuras fantásticas apasionaran a tantos lectores que se han convertido en verdaderos clásicos literarios. Para conmemorar al eminente autor de La isla del tesoro y El extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde, listamos 8 novelas de aventuras para que disfrutes de viajar con la lectura.
Moby Dick – Herman Melville (1851)
La insaciable sed de venganza del capitán Ahab a bordo del ballenero Pequod contra el famoso cachalote blanco es el hilo conductor de la obra maestra de Melville. Las aventuras en el océano narradas a través de los ojos del joven Ishmael son todo un mar de alusiones bíblicas e interpretaciones que han mantenido a los literatos reflexionando desde hace más de un siglo sobre el verdadero significado del gigantesco cetáceo.
Viaje al centro de la Tierra – Julio Verne (1864)
No se puede hablar de aventuras sin mencionar al visionario francés. Sus epopeyas escritas a mediados del siglo XIX siguen fascinando a quien posa la mirada sobre sus páginas y un buen ejemplo es la novela que imaginó una tierra hueca donde dos exploradores alemanes realizan una expedición. Además, es una de las pocas obras de Verne independientes y no serializadas.
La isla del tesoro – Robert Louis Stevenson (1883)
Ninguna otra novela ha tenido tanta influencia como la odisea de piratas del autor que homenajeamos hoy. Efectivamente, las aventuras de Jim Hawkins en una isla del Caribe contra el amotinado cocinero y pirata Long John Silver son algo atemporal y que nunca está mal revisitar. Aquí encontrarás todo lo necesario: parches, patas de palo, loros, espadas y mosquetes.
El libro de la selva – Rudyard Kipling (1894)
Una colección de historias del británico a modo de fábulas que te hace entender por qué India era considerada la joya de la Corona del Reino. Animales antropomorfizados y un «buen salvaje» llamado Mogwli conforman un relato transgenerancional que resulta un placer a la hora de leerlo por su prosa. Eso sí, no esperes osos danzarines ni números musicales como en la película de Disney.
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El corazón de las tinieblas – Joseph Conrad (1899)
Una de las mejores novelas cortas de aventuras, cuenta la historia del marinero Charlie Marlowe intentando encontrar a Kurtz, el jefe de una explotación de marfil en el Congo Belga. Conforme desciende el río hasta su objetivo, irá adentrándose en un infierno de locura e imperialismo occidental. La obra de Conrad tuvo su excelente adaptación cinematográfica libre en la oscarizada Apocalypse Now (Francis Ford Coppola, 1979).
La llamada de lo salvaje – Jack London (1903)
La mejor novela de este californiano fascinado con el norte explora el territorio del Yukón (en Alaska) a través de los ojos de un perro de tiro llamado Buck durante la fiebre del oro de Klondike que comenzó en 1896. Un ambiente gélido y hostil sirve como perfecta excusa para contar un relato de superación humana y canina.
Correo del sur/Vuelo nocturno – Antoine de Saint-Exupéry (1929)
Aparte del célebre Principito, el autor francés narró las penurias que pasaban los primeros pilotos encargados de transportar correo. Aviador experimentado, no hay nadie mejor que él para contar las vicisitudes de volar desde Marruecos, Mauritania hacia al sur de Francia. Además, se trata de dos libros por el precio de uno, un buen trato.
La playa – Alex Garland (1996)
Conocidísima por su adaptación cinematográfica con Leonardo DiCaprio, narra la aventura de un grupo de jóvenes mochileros empeñados en encontrar una isla tailandesa donde el turismo no ha llegado. Pronto descubren que este paraíso en la tierra al que llegan esconde siniestros secretos y matices que pueden poner en peligro sus vidas. Todo un clásico contemporáneo del género.