Tres mujeres "Desatadas" en un cine-teatro de Gran Vía colmado de carcajadas
Por Horacio Otheguy Riveira
Félix Sabroso escribe y dirige un espectáculo al servicio de tres mujeres de cuidado. Les pone un chaleco de fuerza a cada una y, ¡hala! a confesarse cual terapia de grupo en sendos monólogos más que desinhibidos, deslenguados, insolentes, gamberros. Natalie Pinot y Rocío Marín escalan posiciones en sus idas y venidas por las cuales sabemos de sus divinas cóleras y rabietas, celos atropellados y algún que otro crimen… con sangre que no llega al río, ni desborda de bañeras.
Sus faltas de respeto son bienvenidas, tienen mucha gracia, se meten con hombres y mujeres a troche y moche con textos bien pertrechados de gracia «trastornada», aunque se las vive de cerca como mujeres que, simplemente, se han hartado de obedecer y cumplir con lo que se les manda. La excusa del «Sanatorio mental» les viene de maravilla para abordar la sinceridad que impiden las normas de convivencia, lo políticamente correcto y la hipocresía generalizada. La función está concebida como una especie de pasarela de monólogos y obras cortas cuyos argumentos es mejor no desvelar para mantener el alto nivel de sorpresas. Lo mejor es relajarse y dejarse llevar. Un viernes a sala llena en el gran cine-teatro Capitol la mayoría del público, sobre todo femenino, disfrutaba mucho «con las barbaridades que dicen estas chicas»; «pero, bueno, si es que me parto, estas locas lanzan verdades como puños que me encantaría decir a mí»; «me habían dicho que decían muchas palabrotas, pues a mí me parecen pocas, de lo bien colocadas que están»…
De las tres actrices, la más gamberra de todas, claro está, tal y como se espera de ella es Paz Padilla, prima donna del humor, cabeza de reparto, la más fogueada en las lides de la improvisación, con su cuerpo de goma, sus largos y delgados brazos con los que parece que va a echar a volar. La Padilla es la que más tacos dice, con la gracia gaditana que Dios le ha dado, la que borda los chascarrillos con reminiscencias de las históricas chirigotas: el humor popular que más títeres deja sin cabeza, metiéndose con todo y con todos. Tiene en su haber las situaciones más desopilantes, y profesa el sacerdocio más hereje en un gran final con mofa estrepitosa de una comunión de la nena de señora de las de quiero y no puedo y un largo despliegue de momentos de gran alcance, lo mejor de un show minado de buenos momentos por las tres intérpretes que alternan graciosamente escenas y personajes de buen cuño (ellas dirían de buen coño), hasta el estallido final de una que va y dice: «¡Anda, que va a ser verdad que estamos locas!».
Capitol Gran Vía. Del 12 de enero al 8 de abril 2018.
Viernes: 20:30h. Sábados: 18:30 y 21:00h. Domingos: 18:30h. Los días 16, 17 y 18 de marzo no habrá función.