Frente a las montañas
Por Jorge Mur.
Crecer en una pequeña ciudad situada a los pies de los Alpes, al sur de Alemania, favorece el contacto con la naturaleza. A Nicola Odemann le sucedió y, de hecho, nos confiesa que pasar tiempo en la naturaleza continúa siendo una de sus actividades preferidas. También me gusta hacer senderismo, esquiar, tocar la guitarra o el piano…, nos responde cuando le preguntamos por sus «otros» hobbies.
Hace un tiempo dejó su ciudad natal para estudiar en la universidad. Me gradué el verano pasado, nos comenta, y actualmente estoy trabajando como maestra en una escuela de necesidades especiales en mi ciudad natal. Quiero ahorrar algo de dinero para viajar a Asia la próxima primavera.
Cuéntanos cómo fue tu descubrimiento de la fotografía.
A pesar de que iba a las montañas desde niña, no comencé a apreciar su belleza hasta la adolescencia. De pronto, sentí la necesidad de capturar el bello entorno de mi ciudad natal, así que mi padre me regaló su vieja cámara analógica que no he dejado de utilizar desde entonces, pues va conmigo cada vez que exploro lugares familiares o cuando viajo al extranjero.
La fotografía me permite capturar ciertos momentos y sentimientos y, de alguna manera, hace que estos momentos sean infinitos. No considero la fotografía como un hobbie, sino que la siento como algo tan natural como ponerme los zapatos antes de salir de casa.
Tus fotografías muestran multitud de paisajes. Es tu género favorito, no cabe duda. Pero, ¿cómo te relacionas con el entorno?
No amo nada más que el aire libre. Ya sabes, a menudo me siento como en la ciudad, eres alguien, mientras que en la naturaleza eres sólo un humano. Me encanta salir a las montañas y olvidar todo lo que me rodea y fusionarme por completo con mi entorno. Todo gana claridad allí y una perspectiva más profunda. A menudo, mis fotografías representan a un pequeño humano frente a una gran montaña o una gran meseta, y es exactamente ese contraste el que me atrae. Creo que es en ese instante, al darnos cuenta de nuestra insignificancia humana frente a la extensión de la tierra, cuando podemos reconocer nuestro propio significado.
Me interesa conocer tus preferencias. ¿Cámara analógica o digital?
Para mis fotografías sólo disparo en analógico. Comencé con una cámara analógica y, aunque compré una cámara digital después y la usé durante aproximadamente dos años, nunca me ha parecido adecuada. Me encanta la incertidumbre que envuelve a la fotografía analógica y el tiempo que transcurre entre tomar una foto y ver el resultado, que en ocasiones puede ser de varias semanas…
También siento que tomar fotos en película me permite disfrutar más el momento. Esto es así porque sólo tomo una fotografía a la vez en lugar de sacar varias fotos del mismo tema. Si sólo dispones de 36 imágenes por película, tienes cuidado con lo que es realmente importante/bello/o lo suficientemente especial como para tomar una fotografía. Y aunque, por supuesto, algunas fotografías no salen como estaba previsto, lo cual solo puedo ver después (en lugar de tomar una mejor al usar una cámara digital), creo que todo ese proceso es más interesante porque me permite capturar esos momentos en la película y disfrutarlos mucho más.
Sin embargo, no me opongo a la cámara digital. Algunos de mis fotógrafos favoritos prefieren el mundo digital y toman unas fotografías increíbles. Pero lo cierto es que siempre me he identificado de una forma más intensa con la fotografía analógica.
Tus imágenes transmiten mucha soledad y calma, ¿qué te hace sentir en paz?
Caminar por una montaña o nadar en un tranquilo lago de montaña.
Pasar tiempo en la naturaleza hace que me olvide de la agitación que a menudo me consume en la ciudad, de forma que puedo concentrarme sólo en el momento. Me encanta la simplicidad del senderismo cuando lo único que tienes que hacer es dar el siguiente paso, y cuando todos los ruidos que oyes son tu respiración y los de pájaros o insectos u otros animales. Nunca me siento más en paz que al formar parte de la naturaleza, por ejemplo, en las montañas.
La mejor inspiración para el trabajo viene de…
Salir y ver cómo la luz y la constelación de nubes hacen que los lugares familiares parezcan completamente desconocidos. El hecho de que una misma vista sea diferente cada día es una de las mayores inspiraciones para mí.
Ahora toca una pregunta complicada… ¿Qué es la fotografía?
En cierto sentido, una fotografía es un recuerdo que tomó forma y existe fuera de mi cabeza. Cada vez que lo miro, evoca la misma emoción que sentí cuando tomé la foto y por lo tanto, me permite revivir el momento una y otra vez.
¿Cuál sería tu última fotografía?
Me gustaría ir a un lago que está a unos veinte minutos de mi casa. Se llama Sylvenstein, y es uno de mis lugares favoritos en este mundo. A menudo me gusta pensar que si mi núcleo interno tuviera una forma, se vería como este lugar. Por lo tanto, tomar una última fotografía de este lugar sería bastante apropiado.
¿Y si te pregunto por tu destino soñado…?
Me gustaría viajar a muchos lugares, pero tal vez el destino de mis sueños sea Afganistán. He leído tantos libros de personas de Afganistán o sobre Afganistán… Y si bien me encantaría ir allí debido a la naturaleza deslumbrante que posee, tener la oportunidad de viajar allí también significaría que la situación política se habría estabilizado, es decir, que la gente habría recuperado la posibilidad de vivir una vida libre y segura y eso, de hecho, sería realmente un sueño.
Podéis seguir su trabajo a través de Instagram: https://www.instagram.com/wildsommer/
O podéis visitar su página web: http://www.nicolaodemann.com/
Todas las fotografías han sido reproducidas bajo el permiso de su autor.