Cuentas pendientes
Por Owen L. Black
Lefty Palmer la ha vuelto a joder, está metido en un buen lio, otra vez. El plan era brillante, todo iba a salir bien y podría dedicarse a lo que más le gusta del mundo, tocar el piano. Solo necesitaba algo de suerte, pero no la ha tenido, o quizás sí, ¿y esta es su gran oportunidad?
Cuentas Pendientes es un cómic publicado en 2016 por Astiberri, con guion de Sergi Álvarez y dibujo, frenético y visceral, de Sagar. En él retoman su viejo mundo de Bajo la piel (2004), obra de la que no os puedo hablar porque aún no he tenido el placer de disfrutarla.
Pero volviendo al presente, Cuentas Pendientes es una historia que divertirá a todos los que disfruten con los relatos policiacos, el cine negro y las vidas de los perdedores que nos acompañan en la cultura popular desde hace más de un siglo.
La obra entrelaza la historia de sus personajes, donde el hilo conductor es Lefty Palmer, un pianista que ha sido devorado por la vida y que vuelve a su ficticio hogar americano, para reencontrarse con su pasado, e intentar avanzar en su presente.
Allí se encuentra con Dee-Dee, un viejo amigo que le propone un plan para volver a ser alguien en esta vida, o por lo menos intentarlo una última vez. Las consecuencias de ese plan llevan a Lefty Palmer a involucrarse en un secuestro, algunas muertes y a ajustar sus cuentas pendientes con el demonio.
Una historia clásica para los amantes del género, pero también es aquí donde se puede encontrar el mayor problema, puesto que si os gusta el tema la disfrutaréis, pero si soy fanáticos del mismo, no os va a sorprender y os puede parecer otra historia más de perdedores en busca de su golpe de suerte. Según la opinión que sigáis os llegará más, o menos.
El dibujo de Sagar es espectacular. Su trazo sucio y emborronado, con gran uso de las tramas y las líneas, diluyen las escenas para mostrar toda la decadencia del lugar y de los personajes. La obra está en blanco y negro, con una gama infinita de grises, que ayudan a entrar a este mundo oscuro y poco iluminado, donde el bien y el mal no están claros. Sus personajes, grotescos y caricaturizados, fluyen bajo sus lápices con líneas curvas y firmes que cargan de movimiento a las viñetas.
Poco más se puede añadir sobre este cómic, salvo que le deis la oportunidad de que os explique cuál es vuestra canción en este universo de vida y música.
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