El cineasta John Waters invita a los jóvenes a 'liarla' como parte del éxito
Por Aashta Martínez.
Pensar en un discurso de graduación es, en muchas ocasiones, hacerlo en algo convencional y estereotipado. Pero todo eso cambia si uno se imagina haciéndolo al cineasta John Waters, que en 2015 fue elegido para pronunciar unas palabras en la ceremonia de graduación de los licenciados de la Escuela de Diseño de Rhode Island. Sus inspiradoras palabras se hicieron tan virales y aplaudidas en la Red, que poco después el discurso fue adaptado a un pequeño y necesario libro ilustrado por Eric Hanson y titulado Cómo liarla (Anagrama).
El discurso, brillante y cargado de humor, es una oda a la rebelión creativa. Nada más comenzarlo, Waters indicó a los recién graduados que él estaba bastante cualificado para ser el orador de la ceremonia, ya que había sido expulsado del instituto, echado de la universidad por un escándalo de marihuana y arrestado en varias ocasiones. Además, presume de haber sido capaz de convertir sus aficiones en su medio de vida y de seguir ganando dinero sin tener un trabajo de verdad.
Waters anima a todos los estudiantes a salir al mundo exterior y liarla. A lo largo de setenta páginas, el autor hace hincapié en la importancia de hacer ruido y de no tenerle miedo al rechazo (“recordar que un ‘no’ es gratis”). Asimismo, compara una carrera artística con un viaje en autoestop (“lo único que necesitas es que alguien te diga ‘entra’, y ya estás en marcha”). Y él lo sabe bien. Considerado por muchos como el rey del mal gusto, se hizo famoso en todo el mundo gracias a su descarado sentido del humor y a las malas críticas recibidas por películas como Pink Flamingos (1972), en la que el mítico Divine se come una caca de perro al final de la cinta. Hoy día, es uno de los directores de cine más queridos y triunfa escribiendo libros o haciendo monólogos en distintas ciudades de Estados Unidos.
Pero, por encima de todo, Waters anima a cada estudiante a estar atento a todo cuanto acontece a su alrededor. Es decir, a estar al día de lo que hace ruido en su campo. A creer en uno mismo y a llamar la atención. En definitiva, a liarla mucho. “Salid al mundo y jodedlo a fondo”, aconseja.