Un microcosmos de emociones
Por Jorge Mur.
Sofia Podestà (1991) compagina sus estudios en Historia del Arte y Fotografía, con incursiones autodidactas en el mundo de la imagen para tratar de capturar la pequeñez del ser humano cuando éste es enfrentado a la grandiosidad de la naturaleza.
Empecé a tomar fotografías en la escuela secundaria, algo así como fabricar recuerdos, postales o algo parecido. Me fascinaban todas las formas de arte pero no podía dibujar nada, así que decidí intentarlo con la fotografía.
¿Fotografía analógica o digital?
Me encanta la fotografía analógica, pero creo que hay situaciones en las que puedo expresarme mejor con película, y otras que es inevitable utilizar una cámara digital. Veo la fotografía analógica como algo más personal, como recuerdos, con sus colores y granos menos saturados. La fotografía digital es sin duda más útil, ya que posees un número ilimitado de intentos para conseguir la fotografía perfecta (o bastante perfecta, como en mi caso). De hecho, me encanta recrear atmósferas cinematográficas con postproducción cuando uso la cámara digital.
Háblanos de la temática de tus fotografías.
Siempre digo que no me interesan las personas, me gustan las fotografías de las rocas.
Creo que los paisajes pueden expresar mejor mis sentimientos. Puedo abstraerme mucho mejor porque me encanta recrear las conexiones entre los elementos que encuentro en mis viajes y en la vida cotidiana. Tomar fotografías de cosas me permite dibujar un mundo nuevo e imaginario que se ajuste mejor a mí.
Como dijo Luigi Ghirri: «hay que mirar las cosas como si fuera la primera y la última vez que las ves». Y creo que sólo así puedes descubrir lo imaginario, las cosas invisibles que están más allá. Para mí, la fotografía es algo muy personal y, para ser sincera, de este modo no molesto los sentimientos de los demás en mis imágenes. Es por eso que prefiero las rocas. Respeto mucho la privacidad de las personas, así que si aparecen en mis fotografías son tan pequeñas que sólo son un medio para medir el espacio.
En mi opinión, tus imágenes transmiten soledad y calma. ¿Qué te hace sentir en paz?
Saber que planificaré nuevos viajes o, alternativamente, que me marcharé pronto.
La mejor inspiración para el trabajo viene de…
Películas, música, lugares, experiencias personales.
¿Qué es para ti «una fotografía»?
Un microcosmos de emociones que puedes revivir al cabo de unos años.
¿Qué es lo que más disfrutas de la fotografía?
Me encanta poder seleccionar la realidad; poder recrear mi propio mundo como Alicia en el país de las maravillas.
Imaginemos que hoy es el último día que tomas fotografías, ¿qué disparas?
La tormenta de nieve más hermosa que pueda encontrar.
Y… ¿cuál es tu destino soñado?
Tengo tantos destinos de ensueño… Pero en este momento me encantaría visitar Svalbard, las islas Feroe, y el desierto de Atacama. Sí, amo tantos lugares desolados…
¿Cuáles son tus hobbies fuera de la fotografía?
Cualquier cosa capaz de alimentar mi imaginación. Como dije antes, me encantan las películas, ir al cine y acudir a conciertos.
¿Puedes recomendarnos un libro, una canción y una película?
Libro: Le città invisibili, de Italo Calvino.
Canción: I’m Gonna Be (500 millas), por The Proclaimers (¡Me encanta esta maldita canción!)
Película: La ragazza nella nebbia, de Donato Carrisi.
Podéis encontrar más fotografías de Sofia Podestà en su página web: http://www.sofiapodesta.com/
O en su cuenta de Flickr: https://www.flickr.com/photos/0acrosstheuniverse0/
Todas las fotografías ha sido reproducidas bajo el permiso de su autor.