La tirada del tesoro: actitud, equilibrio y coherencia
Por Fco. Javier Clavero Champsaur.
jclavero@javierclavero.com
“No malgastes tu tiempo, pues de esa materia está formada la vida”. Benjamín Franklin.
Llegamos a esa época en la que por norma –no sé cuál de ellas, pero así lo dice la tradición— hay que hacer balance de lo acontecido durante el año; los avezados se arriesgan a evaluar los resultados obtenidos y los valientes por antonomasia se atreven a plantearse nuevos retos, incluyen en su existencia desafíos que los motivan. Haciendo que por la mañana una sonrisa conquiste su rostro mientras el entusiasmo embargua cada una de sus células y por supuesto acciones.
Hasta el momento nada nuevo, sin embargo esperar un año para ver, analizar y decidir, es un periodo excesivamente largo. Salvo que durante el camino, es decir al menos mensualmente chequeemos el rumbo de nuestro día a día, y si lo que estamos consiguiendo es lo esperado… ¿Se acerca o se aleja de lo deseado? Y aquí es donde empezamos a acercarnos a lo que en realidad quiero contaros. Plantéate un mapa del tesoro en el que escribas tus avances hacia tus propósitos o si por el contrario cada vez están más distantes o desaparecen en el horizonte.
Os propongo hacer una comprobación periódica –y que cada uno ponga la periodicidad con la que se sienta cómodo— de varios parámetros que puntualmente puede que no sean determinantes, sin embargo en el medio y largo plazo obrarán como un piloto automático, extremadamente preciso. Estas variables vamos a considerarlas la Triada del Tesoro que nos darán una buena foto y perspectiva de por dónde y hacia donde nos dirigimos.
La primera de ellas es la ACTITUD: Observa cómo te levantas por la mañana y como continuas durante el día. ¿Todo lo que te rodea incluidas situaciones y personas, tiran por tierra o elevan tu estado de ánimo? Valora al final del día si este ha sido óptimo, si te sientes satisfecho, y es una emoción en la que te sientes cómodo actuando. ¿Eres capaz de a través de tus pensamientos, generar esa actitud positiva que tan lejos puede llevarte? Sin actitud no solo no llegaremos lejos sino que posiblemente nuestro viaje ni siquiera comenzará.
La segunda es el EQUILIBRIO –del que ya hemos hablado en otras ocasiones— nos referimos a mantener el equilibrio entre cuerpo, mente y emociones para sacarle el máximo partido. Al igual que entrenamos físicamente para desarrollar un determinado músculo o estudiamos para ejercitar nuestra mente. Así mismo debemos hacerlo con nuestras emociones. Y cada uno puede buscar sus medios y maneras de ejecutarlo. Lo que sí parece claro –diríamos que es una obviedad— que quienes cultivan cuerpo, mente y alma a la par con diferentes disciplinas se sacan un rendimiento que a veces uno ni siquiera es capaz de imaginar. Por concretar y reducir al mínimo, se trata de hacer ejercicio (cuidarse interna y externamente, incluida alimentación y descanso), leer y/o estudiar y meditar, todo ello con la máxima consciencia, sabiendo que estás puliendo un diamante. El que sin duda eres.
No lo hagas de manera obsesiva, ni como una dieta obligatoria, llena de reglas y prohibiciones o porque alguien dice que deberías hacerlo… De esta forma no sirve, más bien te proveerá de lo contrario, estrés, agobio y ansiedad. Chequea al final del día o de la semana –tú decides— que tal va ese equilibrio: ¿Has entrenado cuerpo mente y emociones a la par? ¿En el momento de necesitar de alguna de ellas, lo has hecho con buen resultado? ¿Te sientes bien?
Y la tercera variable es la COHERENCIA, sin ella es como darnos contra un muro o dar vueltas a un círculo vicioso sin ningún tipo de resultado. Si la falta de equilibrio nos enferma externamente, la falta de coherencia en nuestra vida nos enferma el interior de una forma tan devastadora que si fuéramos conscientes nos daría pavor ser incoherentes. Ah y aviso a navegantes, no hay una coherencia que valga para todos, cada uno de nosotros tendrá la suya propia basada en sus principios y valores, esos que lo mantienen en una dirección y no en otra. Sin entrar en disquisiciones, ser coherente es pensar, sentir, decir y hacer lo mismo; aunque ésta a veces sea compleja, o tan difícil de llevar a término que el dolor pueda parecernos insoportable. Imagino que quien busca un tesoro –sea este la tranquilidad de espíritu, económica u otras— algo tendrá que poner de su parte ¿Digo yo?
Y por último y sin denostar todos los análisis que uno pueda hacer –y que animo a NO perderse en ellos hasta quedarse paralizado— hay una evidencia clara de todo ello y son los resultados que obtenemos. Si estos son los que deseamos: ¡Genial! Y si no lo son, toca tal vez cambiar, quizás mejorar una, dos o las tres VARIABLES aquí expuestas. En cualquiera de los casos más y mejor que alcanzar el tesoro con nuestras manos es disfrutar del viaje del aquí y ahora con Actitud, equilibrio y Coherencia.
¡Vamos a por el 2018 que sin duda se presenta apasionante!