Voces en la oscuridad
Por Owen L. Black
Si escogemos a dos personas al azar de todos los habitantes del planeta, puede ser que una sea pesimista y otra optimista. O quizás fueran las dos optimistas, o las dos pesimistas, si tuviéramos mala suerte en nuestra elección.
¿A qué viene este raro comienzo? Al hecho de que en el universo Ito, lo negativo y la mala suerte es lo único que hay. Si pasas por una mala racha anímica, lo último que te recomiendo es que leas a Junji Ito. Aunque si esto fuera una de sus historias sería lo primero que harías, así que, quién sabe, quizás te levante el ánimo.
Durante el año pasado, llegaron hasta nosotros varias obras de este autor japonés, la mayoría en la editorial ECC, pero en esta ocasión quiero comentar los dos tomos de historias cortas que trajo Tomodomo, bajo el título de Voces en la oscuridad (2016).
Si tenéis pensado leer a este autor, estos dos volúmenes pueden ser una buena opción para comenzar. Junji Ito vino precedido de un halo de gran genio del terror y autor imprescindible, pero como pasa siempre en todo lo que se publicita, para gustos, los colores. Y habrá a gente que le haya fascinado y a otros, no les haya dicho nada.
Personalmente, me parece un autor peculiar al que he disfrutado, tiene una forma narrativa que si se podría definir en una sola palabra sería icónica, como un pintor surrealista, a lo Beksinski (1929-2005) y sus inquietantes obras.
Pero para el lector que busque coherencia y argumento sólido, aunque sea una historia de terror, aquí no los va a encontrar. Sus relatos se mueven entre el horror y la fantasía, con influencias de la mitología japonesa de los yurei. Muchos de sus miedos y obsesiones provienen de las creencias y supersticiones sobre los fantasmas y el mundo sobrenatural japonés.
La culpa y la obsesión por casi cualquier elemento de la realidad que termina distorsionando el mundo de los protagonistas, es una constante. Sus personajes viven en una tierra sin Dios, donde el ser humano está condenado al sufrimiento y nada de lo que intente hacer le salvará de ello.
Como nota curiosa, este mundo absurdo y terrorífico, no te deja triste y abatido, sino que extrañamente consigue introducir un poco de humor absurdo. Tanto es así, que el lector se podrá encontrar esbozando alguna sonrisa ante las historias de este autor, que de tan peculiar no sabes por dónde cogerlo, o por donde te saldrá con la resolución de la historia.
Los dos volúmenes de Tomodomo, recogen una serie de relatos escritos a lo largo de seis años, entre 2002 y 2008. Y se nota el paso del tiempo, aunque como todo, pueden gustar más unas historias que otras. Pero, de todos modos, para cualquier amante del género de terror es un autor que merece la pena descubrir. Aunque, eso sí, si entráis en su universo, lo más probable es que no salgáis enteros de él.
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