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CAZADORES DE NAZIS de DAMIEN LEWIS

CAZADORES DE NAZIS
DAMIEN LEWIS
EDITORIAL: CRÍTICA
HISTORIA | SEGUNDA GUERRA MUNDIAL
PÁGINAS: 356

Por Juliano Ortiz
Dentro de la extensa bibliografía referida a la temática nazi y a las consecuencias de su accionar que derivó en la más sangrienta de las guerras que hay vivido la especie humana, pocos son los libros que se detienen en el grupo especial de tareas llamado Servicio Aéreo Especial SAS por sus siglas en inglés, que llevó a cabo diferentes misiones para que los asesinos nazis no escaparan de la justicia una vez culminada la contienda mundial.
En base a un exhaustivo análisis de la investigación realizada a partir de una entrevista con uno de los miembros de ese cuerpo especial, Lewis, relata esencialmente la misión liderada por el mayor Eric Alistair Bill Barkworth, con el propósito de capturar a los responsables de ejecutar a 31 elementos del SAS como represalia por la fallida Operación Loyton. De entrada, algunos dudaban sobre la veracidad de los asesinatos; no había ni pistas ni cadáveres. Al parecer, las víctimas simplemente se habían desvanecido en el aire. Como oficial de inteligencia del SAS, Bill Barkworth comandaba un equipo de seis hombres, y su segundo al mando era Fred Dusty Rhodes, militares de una férrea formación estratégica que fueron los necesarios para que esta difícil misión no quedara en la nada.
A continuación, el equipo de Barkworth se trasladó a la región de Moussey, en Alsacia, cerca del escenario de la Operación Loyton. Con la ayuda inestimable de varios pobladores descubrieron una fosa común que contenía los restos mortales de 140 franceses, reunidos y asesinados por los nazis como castigo por su colaboración con las fuerzas del SAS. Entre los cadáveres se encontraron ocho oficiales ingleses más. Como sigilosos detectives, fueron conectando pistas e informaciones hasta llegar a señalar como presuntos responsables a Hans-Dietrich Ernst y Heinrich Neuchtschwanger, comandantes de la Gestapo en el Este de Francia, quienes tenían órdenes directas del Führer de eliminar a todos los enemigos infiltrados. Otro nombre que surgió en el curso de la pesquisa fue el del siniestro doctor Rohde, quien solía ejecutar a los espías con inyecciones letales.
Lewis afirma que la documentación que reunió fue, en muchos de los casos, confusa, imprecisa, con datos que no terminaban de convencerlo, pero así y todo, utilizó la metodología de la situación “más probable” para armar los acontecimientos que describe con gran poder narrativo y usando su pericia de investigador avezado para desentramar los escasos testimonios y referencias que los testigos le pudieron dar.
Karl Marx decía que, “La historia no es ni hace nada. Quien es y hace es el hombre”, el hombre y su actitud para torcer el accionar de otros hombres, el hombre en función de su compromiso para hacer justicia y evolucionar en el devenir de la historia. Este grupo de soldados fueron más allá de toda regla en la búsqueda de los criminales nazis. Un libro muy entretenido que aborda un tiempo en el que el ser humano pudo verse reflejado en el espejo más increíble que puede existir; el límite de su propia alma.
 

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