50 fotografías con historia
Por Cristina García.
50 fotografías con historia: la chispa que enciende nuestra sed de conocer.
Los libros son una esperanza post mórtem. Rara vez, entre las creaciones posibles del ser humano, se ha ideado una herramienta tan perfecta para trascender nuestros propios límites. Porque los libros abandonan el cuerpo de sus propios creadores para habitar las páginas que los lectores visitarán, sin la premisa de que sus hacedores sigan existiendo.
Y si los libros son el arte que transciende nuestra propia muerte, la fotografía es el arte que trata de capturar retazos de lo que aún existe. Por eso, libros como ’50 fotografías con historia’ (Signo editores) son tan necesarios: conjugan realidad y anhelo, narración literaria y fotografía.
La premisa del libro es sencilla: 50 obras de fotógrafos españoles (salvo dos, afincados en la península) en las que la protagonista es la historia que se esconde detrás. Todo lo que sucede detrás de la cámara antes y después, las influencias y obsesiones que definen al autor, las consecuencias de la fotografía y también toda la reflexión humanista y cultural que sugiere.
Por sus páginas pasan fotógrafos de la talla de Cristina García Rodero, Alberto García Alix, Chema Madoz, Enrique Meneses, Nicolás Muller, Gervasio Sánchez, Isabel Muñoz o Joan Fontcuberta.
Algunas historias que se relatan, bien son dignas de un alto en el camino. Como el autorretrato de Alberto Garcia Alix que muestra su cuerpo herido. La noche en que fue tomada, el fotógrafo se encontraba en la sala Sol de Madrid, cuando se produjo una reyerta. Al salir a fumar a la calle se dio cuenta de que sangraba profundamente: su paquete de “Fortuna” le había salvado la vida.
Pero la narración que propone “50 fotografía con historia” de esta obra es mucho más compleja. En la historia se cuela el lunfardo, lenguaje callejero hablado en Buenos Aires desde finales del siglo XIX. ¿Qué tiene que ver este concepto con García Alix? Seguramente todo, pues el fotógrafo madrileño introduce su propio lenguaje y reglas del juego.
Es por eso que el libro resulta interesante para todo tipo de lectores: por una parte aquellos interesados previamente en la fotografía española, que encontrarán historias nuevas o contadas con mayor detalle. Aquellos aficionados a otras disciplinas artísticas encontrarán las conexiones existentes con la fotografía. Pero incluso para aquellos que solo tienen cierta (o mucha) inquietud humanista y cultural encontrarán un material valiosísimo para reflexionar acerca del mundo en el que vivimos y aquellos que pertenecen al dominio de la imaginación.