Love of Lesbian o cómo hacer magia sin trucos
Por: Marisa Nocea
El sábado 18 de noviembre era un día tachado en muchos calendarios. Era el día en el que iba a aterrizar en Madrid el Poeta Halley: llegaba “El gran truco final” de Love of Lesbian a la capital.
Era la primera vez que el grupo barcelonés tocaba en el Wizink Center (antiguo Palacio de los Deportes), y qué manera de estrenar recinto. Pista y gradas estaban llenas de “lesbianos” deseando disfrutar del ya conocido gran directo de Santi Balmes y sus chicos, entre lo que se encontraba Ricky Falkner al bajo en lugar del ex componente Joanra, quien anunció su retirada de la banda.
Pasaban las 21:00h cuando las luces bajaban para dar protagonismo a las pantallas, donde se proyectaban imágenes de un cielo estrellado que dio paso a una rueda zodiacal. Poco después, saldría la banda al escenario menos Santi, cuya silueta podíamos adivinar al fondo mientras sonaba “Cuando no me ves”. Aparecería con chistera y tirantes para proseguir el concierto con “Bajo el volcán”, primer single de este último trabajo.
Tras arrancar con dos temas de “El poeta Halley”, fue momento de mirar hacia “1999” y no, con esto no nos referimos al año, sino al magnífico disco que los consagraba aún más allá por 2009. En concreto, tocaron el tema con el que abren el disco, “Allí donde solíamos gritar”. El espectáculo estaba servido con “Nadie por las calles” y el ritmo de las trompetas sobre el escenario, pero la noche no había hecho más que comenzar. Ni la luna se quiso perder este gran evento: bajó hasta el escenario para convertirse en una “mirrorball” y acompañarnos en esta “reunión de amigos”, como el propio Santi describiría el evento.
Tras tocar “Nadie por las calles” y “La Niña Imantada”, aprovechaban para hacer memoria y contarnos cómo fue la primera vez que vinieron a Madrid a tocar: “Había dos personas en la sala y se fueron a mitad del concierto”. Gran contraste con la situación que tenían ante sus ojos: un Palacio de los Deportes a rebosar.
Llegaba el momento de llamar al escenario al invitado especial de la noche: Coque Malla. Fueron varias las llamadas que hicieron falta para que el cantante madrileño se presentara ante el público. La canción escogida para esta colaboración fue “Contraespionaje”. Tras este tema, tuvieron un bonito detalle con Joanra, ex bajista de la banda, al hacerle mención especial y pedir un aplauso por tantos años al pie del cañón con ellos.
“Los seres únicos” fue el tema encargado de proseguir a este emotivo momento y, tras ella, “Los males pasajeros”. Con “1999” daría paso al “Porque te vas” de Jeanette, para culminar el momento emotivo con “Belize”. El romanticismo dio paso a las pasiones con “I.M.T Incapacidad Moral Transitoria”, encargada de hacer saltar de nuevo a todo el Wizink, para proseguir con otro tema de El Poeta Halley, “El Yin y el Yen”.
Unos grandes globos se colaron en la fiesta de los lesbianos para hacer disfrutar aún más (si cabe) al personal, y con los globos llegaron “Algunas plantas” y “Me amo”. La primera parte del concierto concluía con uno de sus himnos, “Club de fan de John Boy”, llevando a los asistentes a lo más alto con tan solo pronunciar “Todos los raros fuimos al concierto”.
Tras un breve descanso, volverían para ofrecernos una de las imágenes más bonitas de la noche: la luz de todos los presentes creando un cielo estrellado dentro del recinto mientras sonaba “Segundo asalto”.
Siguieron con otra mirada al pasado para rescatar la profunda “Oniria e insomnia” de “La noche eterna. Los días no vividos”, para acto seguido volver al presente y dejar volar algo de psicodelia con “Psiconáutas”.
Aunque el final no estaba lejos, ni en la banda ni en el público se notaban las casi dos horas de concierto y todos queríamos más. Fue el momento de presentar el “Manifiesto delirista” y “Los toros en la Wii – Fantástico”, ritmo que fue himno del verano de 2013 por su aparición en el spot de Estrella Damm. El recinto entero quedó repitiendo “Fantástico” al unisono durante un buen rato, hasta que los primeros acordes de “Incendios de Nieve” comenzaron a sonar.
Los dos últimos temas de esta maravillosa noche serían de su último trabajo: “El Poeta Halley”, encargado de dar nombre al trabajo, y “Planeador”, encargado de abrir el mismo. Como guinda del pastel, terminaron de erizarnos a todos la piel con la proyección de Joan Manuel Serrat al fondo del escenario mientras recitaba los versos con los que cierran este disco.
“El Gran Truco Final” debe ser una de las expresiones con doble sentido que tanto gusta a Love of Lesbian. Los que estuvimos presente lo vivimos y creedme, allí no había ningún truco. Allí lo que había era una banda llamada Love of Lesbian haciendo lo que mejor saben hacer, que es desplegar su magia ante más de 12.000 personas en uno de esos conciertos inolvidables, que dentro de algún tiempo recordaremos con una sonrisa y diremos: “yo estuve allí”.