Mariana Martínez, la alumna de Haydn

Por Silvia Pato (@SilviaP3)

Esta es una de esas mujeres cuyo nombre destacó por encima de otros en la historia de la música y que, sin embargo, muy pocos mencionan o recuerdan en la actualidad. Marianne von Martínez (1744-1812), también conocida como Mariana Martínez o Marianna Martines, nació en Viena a mediados del siglo XVIII, aunque la procedencia de su familia hizo que Joseph Haydn (1732-1809), su profesor más insigne, la apodarara «la pequeña española».

Mariana, a la que bautizaron como Anna Catherine, vivía con sus progenitores y su hermana en el edificio vienés en el que nació, conocido como la Michaelerhaus. En los demás pisos residían otros nombres ilustres. Era habitual en la época que, a mayor estatus social, menor planta se ocupara en las residencias. De tal forma, en el primero, habitado por aristócratas, vivía la noble familia Esterházy; en el segundo, el compositor Nicola Porpora; a continuación, los Martínez y el poeta y libretista Metastasio; y en el frío ático, un joven Joseph Hydn, alumno y asistente de Porpora.

Amigo personal del padre de Mariana era Metastasio (1698-1782). Este pronto se dio cuenta del interés y el talento de la niña para la música, por lo que los animó para que tomara clases con Porpora y Hydn, las cuales la muchacha comenzó a los diez años. Una completa educación, tanto musical como general, convirtió a la joven en una aventajada compositora, cantante e intérprete de teclado, e incluso fue admitida en la L’Accademia Filarmonica di Bologna en el año 1773. Como suele suceder, no ha llegado hasta nosotros toda su producción, aunque sí cuatro misas, seis motetes, dos oratorios, una colección de cantatas, un concierto para teclado y una sinfonía.

El poeta Metastasio fue cuidado por las hermanas Martínez hasta su muerte, por lo que les dejó su legado. Mariana heredó 20.000 florines, el clave y la biblioteca del artista. Se dice que, a pesar de llevarse cuarenta años, ambos fueron amantes.

La casa de Mariana y su hermana se convirtió en un lugar de reunión al que acudían muchos músicos para pasar agradables veladas semanales, en las que interpretar sus obras e intercambiar impresiones. Con frecuencia asistía Haydn, así como W. A. Mozart, con quien la artista interpretó alguna de sus sonatas a cuatro manos, y un jovencito Beethoven.

En 1790, Mariana estrechó todavía más su relación con la música al abrir una escuela de canto. Falleció el 13 de diciembre de 1812.

 
FUENTE: Historia de la sinfonía