He visto ballenas
Por Haizea Ustaran
He visto ballenas es un cómic escrito e ilustrado por el historietista vasco Javier de Isusi, y publicado por Astiberri Ediciones en 2014.
Javier de Isusi nació en Bilbao, en 1975. Estudió arquitectura en San Sebastián y ejerció la profesión durante un tiempo. Finalmente, decidió dedicarse a su auténtica pasión: los cómics. Así dio vida a obras como Las cenizas de la abuela (2008), OMETEPE (2012), He visto ballenas (2014) o Asylum (2017), además de la saga Los viajes de Juan Sin Tierra (2004-2010).
“He visto ballenas” comienza de manera abrupta, una buena manera para una historia tan cargada de turbulencias emocionales. Desde hace algunas noches, Antón se despierta de madrugada aquejado por terribles pesadillas en las que la violencia es la protagonista. ¿Por qué sueña lo que sueña si ya han pasado veinticinco años desde que ETA asesinó a su padre? ¿Por qué sueña lo que sueña si el culpable del asesinato fue a su vez asesinado por un miembro del GAL? Y por qué tiene esos sueños si en el día del funeral, cuando era un joven seminarista, aseguró ante los medios haber perdonado a los culpables?
Ese mismo día, además de enterrar a su padre y perderlo definitivamente, perdió a su mejor amigo, Josu, quien lleva ocho años en la cárcel por su afiliación con el grupo terrorista.
De este modo, y desde las primeras viñetas queda estructurada la historia. Por un lado, tenemos a Antón, seminarista y víctima del terrorismo y, por otro lado, a Josu , ex militante de ETA y a Emmanuel, ex militante del GAL.
En esta historia, el asesinato del padre de Antón actúa como punto de partida del relato. A partir de este suceso, las vidas de los tres protagonistas principales sufren un vuelco; y en torno a éste, transcurrirán sus historias, diferentes y paralelas, pero siempre subrayadas por el remordimiento y la reflexión sobre los propios actos llevados a cabo en el pasado.
A partir de esta reflexión dentro de la historia, De Isusi invita al lector a reflexionar por sí mismo sobre varios de los asuntos tratados.
En primer lugar, pone sobre la mesa un tema tabú como es ETA y propone una visión más profunda e intimista acerca de lo que se llamó el “problema vasco”. Una mirada que ahonda en aquellos que protagonizaron el conflicto, no en la figura de ellos como militantes de una u otra ideología, sino como seres humanos que decidieron tomar caminos diferentes para lograr el fin que consideraron correcto. Antón escogió la Iglesia, Josu entró en ETA y Emmanuel en el GAL.
En segundo lugar, siguiendo esta misma línea, se lanza un importante tema sobre el que meditar: La diferencia existente entre el guerrillero y el terrorista. Ambos luchan por la liberación con métodos violentos y sangrientos, pero mientras el guerrillero es aquel cuya revolución triunfa y se impone sobre el poder opresor; el terrorista es quien pierde y es aplastado por el gobierno dirigente. Cuando, en realidad, dependiendo de cómo se mire, no hay tanta diferencia. Tan solo son nombres para designar a personas para las que el fin justifica los medios. Esto es una importante reflexión que tiene lugar dentro de la propia historia y que resulta enormemente impactante, ya que puede desmontar muchos pensamientos fuertemente interiorizados a lo largo de la historia.
En tercer lugar, podemos darnos cuenta de que más allá de las etiquetas, los trabajos y las afiliaciones, Josu y Emmanuel se conocen en la cárcel y, a pesar de haber pertenecido a grupos enemistados en su momento, se descubren, ya no como enemigos, sino como personas que buscan dejar atrás la violencia de su pasado y encontrar la paz de su conciencia.
Por otro lado, no deja de resultar sorprendente que, incluso encontrándose en la cárcel, miembros de un bando y de otro todavía se consideren unos mejor que otros y juzguen sus motivos y razones más honorables que las del otro. Pero, a pesar de que entre ellos se juzgan, un aspecto a destacar es que su autor, De Isusi, no lo hace.
Por el contrario, nos ofrece un relato sumamente objetivo en el que ningún personaje gana ni pierde, y en el que todos tiene la oportunidad de dar su versión de la historia. De esta manera, podemos ver cómo cuando el odio y las ataduras sociopolíticas quedan atrás, sólo quedan retazos de una vida destrozada por las guerras de otros. Así, De Isusi deconstruye la figura del etarra y del militante del GAL, tal como figura en la mente de la sociedad.
La dureza de la obra se ve incentivada por el uso de dos únicos colores: azul y amarillo, ambos muy suaves pero que contribuyen a crear esa atmósfera de desasosiego y ansiedad constante que empapa las vidas de sus protagonistas. Cabe añadir que aunque las pinceladas y los trazados son muy sencillos, casi esquemáticos; las ilustraciones están cargadas de emotividad y fuerza dramática, sobre todo en los momentos en los que las miradas de los personajes entran en contacto, momentos realmente intensos y que llegan a transmitir mucho más que los diálogos.
Sin embargo, tampoco hay que obviar el texto. La narración es indudablemente brillante, no sobra ni falta una sola palabra, sino que todas ellas en conjunto crean un discurso evocador que da vida a una historia enormemente veraz y cargada de significado.
Para terminar, “He visto ballenas” cuenta una historia de tres vidas muy diferentes, pero paralelas que tratan de encontrar su camino aunque la sociedad las haya olvidado y rechazado. Tres vidas paralelas que escenifican tres perspectivas diferentes desde las que observar y afrontar un conflicto que partió el país.
En definitiva, un relato que impacta desde el primer momento, no sólo por el tema tratado, sino por la manera en que es abordado. Se trata de un modo de entender este conflicto de manera diferente a lo transmitido en los medios, ajena a lo oficial, y, por tanto, desde una visión más personal y humana. Humanidad que dadas las circunstancias conviene recordar.