Cómo empezar a escribir tu libro evitando inicios que aburran al lector

Soy Amalia Sánchez, creadora de la agencia Hera Ediciones, y llevo más de 10 años ayudando a escritores noveles a ver cumplido su sueño de estar en las librerías.
Hoy te quiero hablar de cómo empezar a escribir tu libro y evitar 7 inicios “dañinos” si lo que quieres es escribir un libro que enganche a tus lectores desde el primer momento.
Pero antes de entrar en detalle, quiero hacerte un regalo.
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Volviendo al tema, seguro que en alguna ocasión te has preguntado de qué forma podrías captar la atención de tu lector desde la primera línea del libro y mantenerlo “pegado” hasta el final, ¿verdad? Bueno, de la trama hablaremos en otra ocasión, pero sí te puedo asegurar que escribir un buen comienzo te asegura más del 50% de posibilidades de que tu lector siga leyendo.
Y es que después de tanto años dedicándome a la literatura, sé que lo importante para las editoriales no es solo que el libro cuente una buena historia, o que aborde un tema interesante, sino sobre todo que sea un texto con un inicio trabajado.
Algunas veces (y yo también me incluyo), cuando escribimos, nos olvidamos de nuestro lector, de lo importante que es, y a la hora de dar forma a un texto deberíamos tener en cuenta su finalidad: que el lector nos siga desde la primera línea y hasta el final, hasta que pongamos el último punto.

¿Por qué te digo esto?

Porque estoy descubriendo algunos libros que no sé cuál sería el objetivo del autor al escribirlos, pero te puedo asegurar que no era tener lectores.
En algunos de ellos, el inicio,  que es el que abre la puerta al lector y el que le anima a continuar, es soporífero, aburrido, no aporta nada.
Para hacerte una idea, puedes comparar el inicio de un libro una relación sentimental que comienza: si en ese primer contacto con la otra persona no hay “feeling”, no hay más que hacer. Ni cines, ni cenas románticas. Nada. Cero.
Pues traslada esto a un libro. Te la estás jugando a una carta. Si no consigues que en las 10 primeras líneas tu lector caiga rendido, lo habrás perdido para siempre.
Mira, hoy te traigo un listado de los inicios que nunca, recuerda bien, nunca debes escribir salvo que pretendas que tu lector use tu libro como somnífero (son solo un pequeño ejemplo, hay muchísimos más).

Cómo empezar a escribir tu libro: 7 inicios que debes aborrecer

Inicio 1. Un comienzo estático o con poca acción.
Por ejemplo, esos inicios en los que se describe o una situación, una persona o un objeto, del tipo “Ella era alta, delgada. Su pelo, en cascada, caía sobre su espalda y hacía el efecto de una hermosa capa negra. Llevaba un vestido oscuro, diríase que algo antiguo, que no obstante lucía con armonía (…)”.
Aburre. Cansa. Y el lector no deja de pensar “¿y cuándo comienza lo bueno?”. Excepto que tu lector tenga la paciencia de Job, acabará aburriéndose, te lo aseguro.
Inicio 2. Esos capítulos donde hay muchos, cientos, miles de personajes, y que el escritor trata de presentar todos a la vez como si tuviera prisa.
Puede suceder en libros donde se describen sagas familiares. A veces también en novelas históricas. Y claro, ante tanto dato, el lector no puede asimilar esa información en tan poco tiempo. Y se cansa. Y se aburre.
Inicio 3. Esos inicios que no son más que una descripción constante.
Sí, seguro que te has encontrado con alguno. Me refiero a esos textos en los que, en sus tres o cuatro primeras páginas solamente encuentras datos de cómo es un lugar. Una iglesia, una plaza, un bosque, una montaña…
Si estás tentado de hacer un comienzo así, pregúntate, ¿esta descripción es relevante para lo que tendré que contar después? Si respondes que no, ya sabes. O bien, ¿esta descripción puede acortarse y ser más breve? Si la respuesta es que sí, no lo dudes. Corta.

No abuses de los comienzos ostentosos

Inicio 4. Si piensas comenzar tu libro con palabras grandilocuentes, rimbombantes, para, stop.
Salvo que tu historia esté ambientada en la Edad de Oro o en la corte francesa de Luis XVI, no tiene sentido. Estos comienzos suelen echar para atrás al lector.
Todo en tu trama debe estar justificado, así que el empleo del lenguaje rebuscado y retórico, también. Si no es así, elimínalo. No tienes que demostrar que tienes un amplio conocimiento del lenguaje (se da por entendido que si escribes es así).
Inicio 5. Evita los inicios retrospectivos, esos en los que das pistas de lo que sucedió en un tiempo pasado.
Lo interesante en este caso es que desarrolles el conflicto principal de la historia, de esta manera conseguirás que el lector se interese y pregunte por todos los hechos, acontecimientos y acciones que al personaje le han ocurrido antes y que le llevan a verse en esa situación.
Inicio 6. Desde el punto de vista formal, huye de inicios formados por párrafos seguidos, sin frases sueltas, sin puntos y aparte, sin formato.
Un inicio no son tres páginas escritas seguidas, sin parar y sin darle un respiro al lector. Lo que conseguirás con un arranque así es que tu lector no pase de la primera página, te lo aseguro, por muy interesante que sea lo que le estás contando.
Inicio 7. ¿Recuerdas esos comienzos referidos al tiempo?
Me refiero a esos tipo “Hace muchos, muchos años…” o “Desde que comenzó a escribir hace 15 años…”
Están muy usados. Agotados. Gastados.
A excepción de casos en los que un comienzo así sea necesario para explicar los sucesos que van a venir después, trata de ser un poco más original.
 
Resumiendo. Si lo que buscas es conseguir la atención de tu lector, que quede encantado con tu libro desde el inicio y animarle a continuar leyendo, debes cuidar muchísimo el arranque de tu libro. Será tu carta de presentación, y tienes unas pocas líneas para conseguir “seducir” a tu lector o para perderlo para siempre. Y así tu libro acabará en el cajón de los libros olvidados.
Por eso, te recomiendo que apuestes por comienzos que dejen huella, dinámicos, que hagan pensar a tus lectores, que aporten misterio. Que le animen a avanzar para descubirir “por qué”. Olvídate de descripciones, de tiempos pasados, de rimbombancias, porque eso no funciona. Tu lector busca acción desde el inicio, así que piensa en él y satisface sus deseos.
Por supuesto, si tienes alguna pregunta sobre alguna de las cuestiones que te he planteado, contáctame.
 
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Gracias.
 
Soy Amalia Sánchez, soy periodista y desde hace más de una década, trabajo con autores exigentes que están dispuestos a aprender, que tienen en cuenta los detalles y la calidad, que quieren saber qué hacen bien y qué deben mejorar al escribir, que buscan crecer como escritores, que han invertido tiempo y esfuerzo en su libro y desean continuar trabajando para ser reconocidos y estar en las librerías. ¿Tú quieres esto? Te ayudo a conseguirlo.

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