Maddalena Casulana y las primeras partituras impresas
Por Silvia Pato (@SilviaP3)
La italiana Maddalena Casulana (c.1544–c.1590) fue la primera compositora cuyas obras aparecieron impresas, por lo que se la recuerda como la primera mujer con obra publicada en la historia de la música de Occidente; hecho curioso si tenemos en cuenta que muy pocos reconocen su nombre.
Se cre que Maddalena nació en un pueblo cercano a Siena, aunque todos los datos biográficos de esta mujer del siglo XVI son escasos y confusos. No obstante, no sucede lo mismo con las numerosas creaciones de su autoría que conocemos, pues se conservan 66 de sus madrigales. Si tenemos en cuenta el estado en el que han llegado las composiciones de otras artistas de tal siglo o posteriores a nuestra época, no podemos dejar de imaginar que Maddalena debía ser una autora prolífica y que fueron muchas más las partituras que se perdieron.
La primera de las obras de esta cantante y laudista está fechada en 1566. Se trataba de un recopilatorio con cuatro madrigales que tituló Il Desiderio. Dos décadas después, apareció en Venecia Il primo libro di madrigali, una edición impresa con madrigales a cuatro voces, una obra de éxito a la que seguirían otras publicaciones en la ciudad.
La personalidad de Maddalena y la época en la que vivió quedó plasmada en la dedicatoria que firmó para su amiga Isabel de Médicis en uno de sus libros de madrigales. Sus palabras eran reflejo de la situación en la que se encontró para hacerse un hueco en un mundillo musical completamente masculino:
Deseo mostrar al mundo, tanto como pueda en esta profesión musical, la errónea vanidad de que sólo los hombres poseen los dones del arte y el intelecto, y de que estos dones nunca son dados a las mujeres.
Se cree que Maddalena estuvo casada, pero no existen datos específicos sobre este hecho ni tampoco se sabe si tuvo hijos. Lo que sí se reconoce, además de la valía de su obra publicada, es que se trató de una de las más importantes músicas profesionales de su tiempo, y para estar hablando del siglo XVI su importancia resulta indiscutible.
FUENTE: Ipfs
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