MANUAL PARA DEMOLER PROGRESISTAS
GUSTAVO BEAVERHAUSEN
EDHASA
ENSAYO POLÍTICO- SATIRA

Por Juliano Ortiz
En tiempos en los que las redes sociales cubren con su manto divino las conciencias y los pensamientos de casi todo el planeta, muchos personajes nacen y se desarrollan a partir de éstas. En Twitter, más precisamente, el límite de 140 caracteres no es obstáculo para que millones de perfiles desplieguen sus inquietudes, sus anhelos, gustos, copien, insulten, reflexionen y se mimeticen como si fueran parte de un todo caótico y voraz.
Uno de estos perfiles, Gustavo Beaverhausen, (por supuesto una máscara que oculta a alguien que prefiere permanecer en las sombras del anonimato), se ha ganado el seguimiento de millones de seguidores a través de sus punzantes, agudos y cínicos twits en los que descarga comentarios y reflexiones con un objetivo casi exclusivo: los funcionarios kirchneristas y los derivados de éstos. ¿Porqué se empeña en atacar al kirchnerismo? En primer lugar porque ese movimiento refleja las características que tienen los que Gustavo llama “progres”.
Con singular y filosa visión, en casi 12 años, este personaje famoso de la red del pajarito, fue junto a otros como la Dra. Pignata, El atendedor, Coronel Gonorrea, entre otros, los que enfrentaron a los trolls K que defendían el modelo populista del matrimonio Kirchner.
En un país en el que la grieta fue cada vez ensanchándose más y más, Gustavo fue aceitando su particular estilo para ubicarse en el lado más diametralmente opuesto a los “progres”, seres que como el escritor afirma, “individuos que, por estrategia o deformación, simulan una actitud ideológica para verse bien ante los demás. Es decir el progresismo es una pose.  Y como toda pose, es una postura forzada y poco natural”. Continúa con su análisis, “Para sostener esta máscara ideológica, el progre se inventa un enemigo, uno o varios hombres de paja, que amenazan con eliminar todos los logros supuestamente alcanzados por el campo popular”.
El libro ejemplifica con decenas de personajes que son progres y actúan como tales. Uno a uno Gustavo los desenmascara y refuerza su proclama para demoler los preceptos de los progres, veneno de la sociedad que, señala con indisimulable satisfacción, están condenados a desaparecer gracias a muchos periodistas, políticos, artistas, y por supuesto, él.
En definitiva, un libro no apto para progres y si para todos aquellos que se pararon y se paran en la vereda de enfrente al kirchnerismo, para aquellos que quieran conocer a uno de los exponentes del humor más corrosivo e inteligente de Twitter y para quienes buscan consejos de cómo comportarse ante la presencia de lo que para Gustavo Beaverhausen son la peor muestra de nuestra joven democracia.