Carles Casagemas: el amigo de Picasso
Por Silvia Pato (@SilviaP3)
Era el hermano pequeño de la compositora Luisa Casagemas, aunque su figura terminara ensombreciendo la de esta, pues la trágica historia del pintor y poeta Carles Casagemas (1880-1901) terminó creando una leyenda de artista maldito entrelazada con el hecho de haber sido uno de los amigos del gran Pablo Picasso (1881-1973).
Ambos se conocieron cuando rondaban los 18 años, en la taberna Els Quatre Gats de Barcelona. Compartiendo el mismo sueño de ser pintores, alquilaron un estudio en el Barrio Gótico, y tiempo después, partieron a París para visitar la famosa Exposición Internacional de 1900. En la capital francesa se alojaron en el estudio de Isidre Nonell (1872-1911), y al poco tiempo Manel Pallarès (1876-1974) se unió al grupo.
Carles se enamoró perdidamente de una de las modelos que posaban para sus pinturas. Era una mujer casada llamada Laure Gargallo, aunque se la conociera profesionalmente como Germaine. Sin embargo, aquella relación resultó un fracaso y Picasso invitó a su amigo a pasar las Navidades con él en la ciudad de Málaga, aunque terminó hastiado y abrumado por el estado depresivo del joven. Durante aquel tiempo, la obsesión del pintor catalán por su modelo no disminuyó en absoluto, y por si aquello fuera poco la amistad entre los dos pintores se vio truncada, algunos dicen que por una discusión muy fuerte por motivos políticos.
Un día de febrero de 1901, de vuelta en París, tras un nuevo rechazo de Germaine, Carles invitó a sus amigos a una cena en el Café de l’Hippodrome, salvo a Picasso, que estaba en Madrid. Fue en aquella velada, cuando el pintor catalán, tras levantarse para hacer lo que parecía un brindis, sacó una pistola del bolsillo y disparó a la mujer. Germaine se tiró al suelo, pues él erró el tiro. A continuación, el artista se disparó en la cabeza y se quitó la vida. Tenía 21 años e incluso había dejado una carta a los gendarmes franceses advirtiendo de lo que iba a suceder y pidiendo disculpas de antemano por las molestias causadas.
Picasso se obsesionó con aquella muerte, la cual le dejó sumido en un remordimiento que le duraría toda la vida, y que dio como fruto varios cuadros en los que aparecía el cadáver de su amigo o en su entierro, como La muerte de Casagemas (1901), Casagemas en su ataúd (1901) y El entierro de Casagemas (1901). Fue en este instante de su trayectoria cuando el malagueño comenzó la que se conocería como su etapa o perído azul. No obstante, cuando llegó de nuevo a París, tres meses después, se instaló en el estudio que ocupaba Carles y comenzó una relación con la modelo que su amigo había intentado asesinar.
La tumba del hermano de la compositora Luisa Casagemas se encuentra en el cementerio de Saint-Ouen, a las afueras de París. En la lápida consta inscrito el nombre con el que le llamaban en la capital francesa: Charles, así como su apellido.
FUENTE: El Mundo, Harte con Hache
MAS INFORMACIÓN: Museu Nacional d’Art de Catalunya
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