Star Wars: Academia Jedi
Por Raquel JR
Star Wars: Academia Jedi. Jeffrey Brown. Planeta Cómic, 2017
“Toda la vida había planeado ir a la escuela de pilotos, como todos mis amigos… ¡Pero me rechazaron! Después llegó a un tipo bajito y verde llamado Yoda y me invitó a la Academia Jedi. Ahora voy al colegio con alienígenas, robots y abusones capaces de manejar una espada de luz o… ¡mover cosas con la mente! ¿Cómo esperan que compita con eso? Como si empezar el instituto no fuese bastante difícil de por sí…”.
Con su habitual visión simpática y tierna del universo Star Wars, Jeffrey Brown nos propone, en esta ocasión, un proyecto más ambicioso que las recopilaciones de viñetas a las que nos tiene acostumbrados, y de las que hemos podido disfrutar en títulos como Darth Vader e hijo o Darth Vader y su princesita. En Academia Jedi, a través de una divertida y original combinación de fragmentos de cómic, collages, cartas, etc. que conforman el diario de Roan Novachez, el joven protagonista, Brown nos cuenta cómo la vida de éste da un giro inesperado cuando, en lugar de ser admitido en la Escuela de Pilotos, al igual que su padre y su hermano mayor, recibe una carta de un tal Maestro Yoda, en la que se le comunica que ha sido aceptado en la Academia Jedi. La mudanza desde su planeta, Tatooine, y la adaptación a la nueva vida no va a ser fácil y, mientras Roan comienza a entender la filosofía Jedi descubrirá, a la vez, la amistad, el primer amor y cómo plantar cara a los abusones habituales. El ritmo de la narración de este aprendizaje es un gran acierto de Brown, y en ningún momento se hace pesada gracias al humor presente en todos los formatos que se intercalan en el diario de Roan que, como todos hemos sentido alguna vez, deberá aprender a superar las dificultades y ganar seguridad en sí mismo para poder enfrentarse a los nuevos retos que se le presentan. Pero no todo va a ser pruebas y exámenes; en Academia Jedi también nos encontraremos excursiones a planetas que a los aficionados a la saga nos resultarán familiares, actividades de grupo y, cómo no, emocionantes combates de sable láser.
El estilo gráfico de Brown, gran conocedor de Star Wars, continúa dentro de su habitual línea naïf y cartoon, que con su simpatía hace las delicias de los “frikis” de este universo. Los personajes, tan divertidos como bien trazados, los detalles de planetas y criaturas y, sobre todo, el trasfondo de ternura y humor en el que Brown es maestro, nos harán leer este cómic con una continua sonrisa en la boca.