La vida interior de los animales

LA VIDA INTERIOR DE LOS ANIMALES

PETER WOHLLEBEN
Colección: Espiritualidad y vida interior
OBELISCO
Solícito como una ardilla, leal como un cuervo, compasivo como un ratón de campo, triste como una cierva…
¿Pueden los animales tener tales emociones? ¿Cabe una vida emocional tan vasta que no esté sólo reservada a los seres humanos?
Mediante los más recientes conocimientos científicos, ilustrados con observaciones y experiencias personales con animales, el apasionado guardabosques Peter Wohlleben dirige profundas miradas a un mundo apenas investigado: los complejos comportamientos de los animales del bosque y de granja, su vida emocional y consciente. Y entendemos que tenemos a los animales más cerca de lo que nos imaginábamos. Fascinante, esclarecedor, ¡a veces increíble!

PETER WOHLLEBEN

Nacido en 1964, estudió ingeniería forestal y pasó más de veinte años de su vida trabajando al servicio de la Comisión Forestal de su país. Posteriormente, abandonó esa tarea porque deseaba profundizar en sus ideas sobre ecologismo y ponerlas en práctica.

En la actualidad, dirige una iniciativa privada medioambiental en un zona boscosa en la que trabaja con el afán de retornar a la naturaleza los bosques primigenios. Wohlleben también imparte seminarios y conferencias, y ha escrito diversos libros sobre los bosques y la protección del medio ambiente.

¿Gallos que engañan a sus gallinas? ¿Ciervas que están de
luto? ¿Caballos que sienten vergüenza? Hasta hace un
par de años, todo esto sonaba aún a fantasía, a ilusión de
los amantes de los animales, que querían sentirse más cerca, si cabe,
de sus protegidos. A mí también me pasaba lo mismo, porque los ani-
males me han acompañado a lo largo de toda mi vida. Tanto el pollue-
lo de casa de mis padres, que me eligió como mamá, como nuestras
cabras de la casa del guardabosques, que con sus alegres balidos enri-
quecen nuestro día a día, o los animales del bosque, con los que me
topo durante mis paseos diarios por el territorio: siempre me pregunto
en qué pensarán. ¿Será efectivamente cierto, tal como la ciencia afirmó
en su momento, que sólo los seres humanos disfrutamos de la paleta
de sentimientos en toda su extensión? ¿Es posible que la creación haya
trazado especialmente para nosotros un camino biológico especial que
nos garantice en exclusividad una vida consciente y plena?

 
http://tanaltoelsilencio.blogspot.com.es/

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