A todo riesgo de Chrissie Hynde
A TODO RIESGO
CHRISSIE HYNDE
MALPASO EDICIONES
MEMORIAS
367 PÁGINAS
Por Juliano Ortiz
Malpaso está acostumbrando mal a sus lectores. A las excelentes ediciones de Bob Dylan, David Bowie, Morrisey y Elvis Costello (esta última que pronto publicaré mi reseña), se suma las memorias de Chrissie Hynde, la cantante de The Pretenders, banda musical que a fines de los setenta, supo ganarse un lugar en el firmamento de la música subidos a la ola de la new wave emergente, estilo que se fusionó con elementos punk y de otras vertientes.
Los músicos de rock, y más precisamente los del punk, no han sido aficionados a contar sus historias en forma de memorias, y sin dudas, el tono de cómo cuenta la suya Chrissie, también es diferente. No esconde nada debajo de la alfombra. Con un lápiz airado y revulsivo comienza contando su infancia en Akron, Ohio, en la que muestra a una niña caminando en arenas movedizas, sin poder contentarse con ese mundo abúlico y monótono que, no obstante, tenía en los árboles, en los caballos, en los colores de la naturaleza, motivos para alegrarse y festejar esa vida. Los veranos calientes se mezclaban con inviernos rigurosos en los que no faltaban los juegos con sus tíos y abuelos.
Ya adolescente, y con la crudeza de una existencia que pretendía saltar en los bordes y no en la cómoda planicie de lo anodino, Chrissie viaja a Cleveland en donde su espíritu siente desatar el nudo final, y arrojarse a la marea de los años sesenta. Y si como dice el famoso director de orquesta, Yehudi Menuhin, “La música es verdaderamente la expresión de la vida y la humanidad hacia lo desconocido, la sublimación de todas esas emociones, buenas y malas, que de no ser por ella nos aprisionarían”, Chrissie se embarcó hacia lo desconocido, hacia la aventura del mundo musical en forma de giras, conciertos, drogas, y variados excesos que, en ese tormentoso y agitado tiempo, solo se veían como la senda necesaria para crear una coraza contra todo lo establecido, contra la ingenuidad de un universo en lo que lo material era lo esencial.
Luego vinieron los años de la Universidad de Kent, los amigos, su condición de vegetariana que marcaría a fuego su vida, el sin sentido que sobrevolaba cada momento, y una necesidad imperiosa de hacer, hacer en desmedro de las intenciones que adormecían las mentes y los cuerpos.
Chrissie cuenta sus experiencias al detalle, su original inicio sexual, sus coqueteos con el budismo, el LSD, el alcohol, sus primeros trabajos, y la música, la música respirando por sus poros y en la brillantez de sus pupilas, Hendrix, Plant, Bowie, Iggy Pop, y la dolorosa confesión de haber sido víctima de una violación.
Después de todo ese conjunto de “transgresiones” (de las que ella se hace cargo), decide viajar a Inglaterra. Nada será lo mismo. En esos días británicos conoce a un crítico del New Musical Express, quién será su primer amor, la vida le depara nuevos rostros, el ambiente agitado y caótico de la música y el arte le abren las puertas. En esta parte vemos a una mujer volando libre casi sin brújula, una esponja que avanza y comienza a gestar lo que serían los primeros atisbos de la posibilidad de ser miembro de un grupo de música. El huracán Chrissie toma fuerza y se convierte en la cantante de lo que el mundo conocería como The Pretenders.
“A todo riesgo” es un libro que puede verse desde tres lados, la mujer que relata con memoria infinita su niñez y adolescencia en medio de las drogas y un mundo cambiante, la artista que vive intensamente cada día, y los entretelones que se esconden detrás del ambiente musical. Lo hace sin caer en la pasmosa posición de “no hagas esto”, ni tampoco en el lado opuesto “estoy es lo mejor que hay”, pero sí parece querer decir que la vida es un maravilloso espacio que debe vivirse a rodo riesgo.