Joaquín Sabina retorna al País Vasco
Por: Javier D. Taylor
Joaquín Ramón Martínez, más conocido como Joaquín Sabina, ha bajado y subido de los infiernos durante el nuevo milenio, en varias ocasiones.
Sufrió un leve ictus en agosto del año 2000, que le mantuvo apartado de sus labores artísticas (y de algunas aficiones menos saludables… como el tabaco) durante un tiempo.
En diciembre de 2014 tuvo en el Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid “un Pastora Soler”, cómo definiría el maestro de Úbeda al ataque de miedo escénico que le mantendría tocado durante unos meses.
Pero afortunadamente para sus millones de fans de ambos lados del charco, el pasado 14 de mayo arrancó en México D.F., la larga gira que tiene entre manos y en la que, para añadir un puntito de suspense, hubo de cancelar (o aplazar) las citas de Barcelona y Granada por una reciente gastroenteritis.
En cualquiera de los casos, el público vasco está deseoso de volver a encontrase los próximos 7 y 8 de octubre en el BEC de Barakaldo, con el más sarcástico, guasón y cínico de los cantautores hispanohablantes; con este admirador confeso de Quevedo y del barroco, de Borges y Cortázar, de los toros y de la tauromaquia; con un autor orgulloso de que algunos de sus temas (como “Y nos dieron las diez”) formen parte del repertorio de los mariachis (por cierto, uno incluso, que no sabía con quién estaba hablando le aseguró que “esa canción tan bonita la había compuesto su cuñado”) … Con un Joaquín Sabina en suma, reinventado cien veces a sus 68 vividos años.