Cómo manejar el estrés cuando escribes. Unos consejos para convertirlo en tu aliado
Por Amalia Sánchez. Aunque pueda parecer sorprendente, el estrés y la ansiedad pueden convertirse en los mejores aliados para que saques a la luz tu mayor potencial como escritor.
Sí, sé que puede sonar extraño, y que siempre hemos escuchado que la mejor situación a la hora de inspirarse es la tranquilidad y el sosiego, y que de esa forma las tan ansiadas musas llegarán solas.
Pero en este artículo te quiero demostrar que, sea cual sea tu situación, podrás controlar la ansiedad y sacarle el máximo partido, de tal forma que la conviertas así en una compañera de fatigas literarias.
¿Qué beneficios puede tener el estrés en nuestra vida diaria? Los psicólogos hablan de tres:
– Por un lado, es un buen motivador porque te mantiene alerta y te hace sacar lo mejor de ti. ¿Te acuerdas cómo te sentías ante los exámenes? Eso sí, tienes que ser capaz de controlarlo, y supervisarlo para usarlo de una forma positiva.
– El estrés es un potenciador congnitivo, porque mejora algunos aspectos de la inteligencia y de la destreza mental.
– Por último, mejora el físico, porque puede incrementar el rendimiento y la resistencia ya que provoca una liberación de adrenalina.
Por tanto, ya ves de qué forma el estrés se convierte en un buen aliado a la hora de escribir, porque te mantiene alerta, te aporta capacidad para discernir qué es bueno y qué es malo cuando escribes, y te permite estar más pendiente de lo que sucede a tu alrededor, te surgirán más ideas, verás oportunidades y serás más creativo.
ahora que ya sabes cómo aprovechar el estrés para tu beneficio a la hora de escribir, veamos también de qué formas puede superarse, en caso de que no seas capaz de hacerle frente.
A continuación te expongo algunos modos de relajarte para hacer frente a la escritura con tranquilidad y creatividad:
1- ¿Verdad que tienes un sitio especial para escribir, donde te sientes más cómodo? Pues retira de tu alrededor aquellos objetos y elementos que puedan irritarte, distraerte, ponerte nervioso. Por ejemplo, apaga el móvil cuando estás escribiendo.
2- Siempre es recomendable, si tienes un ratito y te gustan, apostar por las técnicas de relajación, como tai chi o yoga. Y si no, puedes bajar las persianas, túmbate en el suelo en una posición cómoda, cierra los ojos y respira acompasademente. Verás que poco a poco te sientes mejor, más tranquilo.
3- Por supuesto, disfruta de tu tiempo libre. Cuando no te sientas inspirado, o te sientas nervioso a la hora de escribir, lo mejor es que cierres el ordenador y hagas otra cosa: sal a caminar, disfruta con los tuyos, lee, lo que más te guste. Verás que cuando vuelvas a sentarte para escribir, te sientes más despejado.
4- Haz un listado de las ideas esenciales que quieres abordar en tu libro. A partir de un esquema, escribir siempre te resultará más sencillo.
5- Busca inspiración en lo que ya has escrito. Por ejemplo, ¿por qué no retomas ese cuento o novela que ya tenías a medias? Ahora puede ser el momento de hacerlo, podrás escribir sin el miedo y la ansiedad que suele generar el folio en blanco.
6- No seas demasiado duro contigo mismo. Si has estado un tiempo sin escribir, retomarlo no será fácil porque tendrás que crearte el hábito una vez más. Recuerda que la escritura es rutina, así que comienza poco a poco, pronto cogerás el ritmo nuevamente.
7- Un café o una biblioteca pueden ser lugares que te ayuden, especialmente la segunda. Además puede ser fuente de inspiración en caso de que necesites documentación para escribir.
Soy Amalia Sánchez, periodista y creadora de Grupo Hera Ediciones (http://www.heraediciones.es). Si tienes dudas, preguntas, o crees que puedo ayudarte, solo tienes que escribirme.
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