Diccionario del Diablo de Ambrose Bierce ilustrado por Ralph Steadman
DICCIONARIO DEL DIABLO
AMBROSE BIERCE ILUSTRADO POR RALPH STEADMAN
LIBROS DEL ZORRO ROJO
140 PÁGINAS
Por Juliano Ortiz
El poeta rumano Emil Cioran decía que el cinismo es una forma de la honestidad. Ambrose Bierce se calza las botas de esa forma y la hace brutal para crear un compendio de definiciones que demuestran su estilo característico. Cuentista y periodista estadounidense de obra aguda y satírica, inmersa en ambientes de humor corrosivo y temas violentos que giran alrededor de la muerte.
En este libro, escrito durante el último tramo del siglo XIX, el autor pone el dedo en la llaga de una sociedad que se empeña por aparentar lo que no es. Utilizando los giros propios de un lenguaje balanceándose en la cornisa de lo políticamente correcto, Bierce banaliza el sentido común, desacraliza las imposturas de las instituciones y estrella al hombre en el muro de sus inseguridades y simulaciones. Con una apreciación imaginativa directa, sin elusiones, con las garras del mayor cinismo, cada definición es una obra maestra de un ingenio creador único.
¿De quienes habla Bierce? De la burguesía, de los afectados, de la gran ensalada en la que se convierten los hombres a partir de un pretendido lugar en la pirámide de la sociedad. Como en un laboratorio donde todo se trasluce, el autor recorre los temas y tópicos que fueron ejes de su obra literaria, la economía, la guerra, el matrimonio, la muerte, el hombre, la mujer, son pasados por un filtro que a muchos deben haber incomodado.
Algunas de las definiciones:
Adherente, s. Secuaz que todavía no ha obtenido lo que espera.
Africano, s. Negro que vota por nuestro partido.
Boda, s. Ceremonia por la que dos personas se proponen convertirse en una, una se propone convertirse en nada, y nada se propone volverse soportable.
Candidato, s. Caballero modesto que renuncia a la distinción de la vida privada y busca afanosamente la honorable oscuridad de la función pública.
Dentista, s. Prestidigitador que nos pone una clase de metal en la boca y nos saca otra clase de metal del bolsillo.
Fanático, adj. Dícese del que obstinada y ardorosamente sostiene una opinión que no es la nuestra.
Hipócrita, s. El que profesando virtudes que no respeta se asegura la ventaja de parecer lo que desprecia.
Matrimonio, s. Condición o estado de una comunidad formada por un amo, un ama y dos esclavos, todos los cuales suman dos.
Peatón, s. Para un automóvil, parte movediza (y audible) del camino.
Plagio, s. Coincidencia literaria entre una prioridad carente de mérito y una posterioridad honorable.
Reportero, s. Periodista que a fuerza de suposiciones se abre un camino hasta la verdad, y la dispersa en una tempestad de palabras.
Trabar amistad, v. i. Fabricar un ingrato.
Vidente, s. Persona, por lo general mujer, que tiene la facultad de ver lo que resulta invisible para su cliente: o sea, que es un tonto.
Un libro que merece ser leído y que contiene la increíble particularidad de poder haber sido escrito ayer para nuestra desgracia como sociedad.
Pero claro, esta edición además está realizada por Libros del Zorro rojo, una editorial que día a día nos acostumbra a una calidad extraordinaria que le ha valido numerosos reconocimientos. Las ilustraciones de Ralph Steadman, reconocido artista por sus caricaturas políticas y sociales, dibujos animados y libros ilustrados, son apropiadas en estilo y forma al mensaje lúdico, al mensaje de crítica social y el carácter ridiculizante que Bierce alcanza con el diccionario. Steadman crea un mundo de imaginación único, sus dibujos destilan una delirante y rabiosa belleza visual cargada de una inmensa energía, generando en quien las mira una mezcla de repugnancia, pero de infinita admiración a la vez. La realidad, las desgracias y los infortunios de la realidad son llevados a la cumbre en donde se eleva el genio de este artista que no deja a nadie indiferente.
En definitiva, una trabajo muy logrado y que aporta muchísimo al producto final pretendido.
Algunos de los premios que ha logrado Steadman a lo largo de su carrera son:
El Premio Francis Williams de Ilustración de Libro para Alicia en el País de las Maravillas, el Certificado de Mérito de la Sociedad Americana de Ilustradores, el Premio de Ilustración WH Smith por Leonardo, el Premio de Pincel de Plata Holandés por el Inspector Ratón, Critica in Erba Prize para That’s My Dad, el BBC Design Award de sellos postales, el Black Humor Award en Francia, y varios diseñadores y Art Directors Association Awards. Fue elegido ilustrador del año por el Instituto Americano de Artes Gráficas en 1979.