Promo-tivación

Por Fco. Javier Clavero Champsaur.
“Nunca andes por el camino trazado, pues te conducirá únicamente hacia donde los otros fueron”, Graham Bell.

Permitiéndome este juego de palabras comienzo una vez más aludiendo a la motivación y en este caso es para animar a los autores a disfrutar de la promoción de su obra. Para la mayoría de los que escribimos, nuestro interés se centra, valga la redundancia en eso precisamente, en escribir tratando de convertirlo en un arte, incluso algo sublime ¿Y por qué no?

Olvidamos en muchos casos la importancia de una adecuada promoción y comunicación de la misma, que no es otra cosa que hacerla llegar al gran público, el verdadero árbitro y crítico de lo publicado. Existen múltiples canales, medios y maneras de que se nos conozca a ambos: Autor y obra. Cada uno tendrá que buscar aquellos con los que se sienta más identificado y le reporte más y mejores resultados. Uno puede buscarlos a corto, medio o largo plazo y estos no suelen engañar, otra cosa es que cada uno tenga su propia realidad e interpretación de los hechos.

Cuando comunicamos y promocionamos tanto lo escrito como a nosotros mismos, obtenemos la información necesaria para saber si gusta o no, si llega a no, si se entiende o no, de tal manera que podemos tomar las medidas –correcciones— oportunas para llegar al consenso entre lo que queremos dar y lo que llega al lector… esto en la mayor parte de los casos nos motiva a superarnos, es decir a mejorarnos. Y toda mejora hallada y reconocida tiende a motivarnos, siendo esta una energía que tiende a sacar lo mejor de nosotros mismos.

Como recién caído en el mundo de los editores, me he dado cuenta de que una forma de “animar” a los autores y que incluso su inspiración suba unos cuantos enteros en su apasionante vida alrededor de las letras es el hecho de disfrutar de cada acción de promoción y comunicación que ejecutan, de cada ejemplar que es comprado por un lector, por cada persona que se cruza en su camino y se interesa por alguno de sus libros. No hay nada más gratificante que el sentir que lo hecho merece el interés de los demás.

Cada uno de los que escribimos se nos da bien un tipo de acción para dar a conocer nuestros libros, esa es precisamente en la que debemos convertirnos en un especialista e ir sumando las que sabemos –o al menos creemos— que nos van a dar un rédito satisfactorio, amén de alguna, que tal vez no nos agrade tanto, pero sepamos, sería buena idea incorporar a nuestro equipaje comunicativo.

Todo ello sin duda nos dará muchos enteros en seguridad en nosotros mismos –independientemente de la autoestima que  nos genere— y esta es una dosis de adrenalina motivadora a la hora de emprender nuevos proyectos literarios, así como promociones varias.

 

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