"La Milla Invisible"
La milla invisible
David Coventry
Basada en una historia real, La milla invisible narra la odisea del primer equipo de habla inglesa en participar en el Tour de France.
Coventry acerca al abismo a estos sacos de huesos y pellejo, Homeros sin reservas, y descubre que la verdad es mucho más dura y fría de lo que a uno le gustaría. En la verdad llueve, las carreteras no están asfaltadas, la cocaína se esnifa antes de salir y los pinchazos te los reparas tú mismo. La verdad también devora tu músculo para poder sobrevivir, para llegar a alguna parte. Para sobrevivir al encuentro con el pasado sangriento con las cordilleras de Messines, Vimy, Verdún, Flandes. El mapa de la guerra.
El narrador se pierde en el paisaje. Sueña despierto en su tránsito por esas carreteras en las que pocos años antes se movieron las tropas de dos ejércitos a muerte. Sobre su bicicleta, el narrador conoce la geografía de la guerra en la que murió su hermano mayor. Pedalea y se ensimisma: “Fue la desesperación lo que convirtió estos altozanos en montañas, estas leves inclinaciones en grandes cordilleras sobre las que se luchaba a vida o muerte. No vi nada de eso mientras pedaleaba. Ninguna señal de vida ni de muerte”.
Entre dos guerras
Una vez acabada la Gran Guerra, la Grande Boucle. El protagonista ha viajado a Europa para sabotear la muerte, para sobrevivir a un infierno voluntario. No importa cómo: “Minutos antes de nuestra salida, conseguí ver al muchacho con el cuerpo doblado como si estuviera apoyado en una nube. Le di la oportunidad de que esnifara la cocaína que me había dado uno de los directores de equipo. Esbozó una sonrisa y negó con la cabeza. Abrió su mochila y vi que tenía todo lo que necesitaba. Frascos de dinamita”.
Los ciclistas, los supervivientes, caminan con la cabeza repleta, con el violento estímulo de la efedrina, entre la niebla de la verdad y el destino, lejos de las trincheras en las que se pudrían los cadáveres alemanes. “Dios, es maravilloso estar en el Tour”, le escuchamos decir. Y pensamos: esta novela es un teatro de la inferioridad. La naturaleza abruma al individuo, que pedalea huyendo de sí mismo una vez ha descubierto que es la partícula más débil. Coventry es un novelista de interiores que reniega de lo heroico.
Lo que hace grande a La milla invisible sea que la observación minúscula de los miedos de los personajes no impide las peripecias íntimas (ni las aventuras). El autor se ha cubierto de mugre y costas, apesta a pis, dolorido, roto y embarrado. En esta novela los héroes no vencen, se dedican a sobrevivir. Como si estuvieran en el frente.
https://www.culturamas.es/blog/2017/07/21/luz-en-las-grietas-de-ricardo-martinez-llorca/
http://alfredcomermaprat.blogspot.com.es/2014/04/cuento-de-la-milla-extrana.html