Dirty Dancing en teatro: maravillosa resurrección de una película mítica
Por Alberto Medina López
El (falso) musical Dirty Dancing lleva el famoso musical a un abarrotado Teatro Cervantes de Málaga. Hasta el 6 de agosto los malagueños podrán disfrutar de una de las historias de amor más grandes del cine ochentero.
Dirty Dancing, una película cuyo argumento queda oculto por el famosísimo número de baile The time of my life: una historia de tragedias personales, vidas marcadas por un caluroso verano de 1963. La vida de Frances “Baby” da un giro de 180 grados cuando conoce a un bailarín-gigoló llamado Johnny Castle, en un tiempo donde todavía Kennedy estaba vivo y existía segregación racial. El musical ya ha dado la vuelta por medio mundo, manteniendo la esencia de la película, y comenzó su andadura en España en 2016. Ahora están en gira, y han aprovechado el verano para que la gente de Málaga nos quitemos el calor a base de movimiento de caderas.
Fue un verdadero lujo contar en Málaga con Eva Conde (La Fuerza del Destino) y Christian Sánchez (Yo quisiera, La Puerta abierta), el casting fue perfecto para elegir a los alter ego de Jennifer Grey y Patrick Swayze. Aunque repiten las mismas escenas, transmiten alma y dan un sentido más fluido a la película. Verdaderamente forman una pareja bastante electrizante. Efectivamente, lo más importante de este musical son los bailarines. Bailarines profesionales, que a diferencia de otros países, ponen un importante contenido latino a sus movimientos. Pero además de bailar, actúan. Es una maravilla como gesticulan y son algo más que un bonito atrezzo en movimiento. ¿Pero por qué llamar esta obra como un falso musical? Porque realmente el espectador se enfrenta a un teatro con fragmentos musicales, y clave de ellas son las actuaciones de todos los personajes, tanto trágicas como cómicas. Además se recrean nuevas escenas con las que se mejora enormemente a la película original, como el momento del discurso de Luther King.
El escenario es magnífico. Las tres partes son giratorias y permiten, a diferencia de la película original, la tridimensional. El público podrá ver en funcionamiento todas las partes del hotel Kellerman’s, escenario de las aburridas vacaciones de la familia Houseman.
La música forma parte de la memoria colectiva de los años 60, incorporando a la banda sonora de la película (Hungry Eyes, Hey! Baby, Do you Love Me?) a los mejores artistas de la época (Gene Chandler, The Chantels, The Drifters, Marvin Gaye, Lesley Gore, Mickey & Sylvia, The Surfaris, Doris Troy, Django Reinhardt …). La música es en riguroso directo, y todas las canciones (salvo dos) son cantadas en inglés. La luminotecnia, como los diferentes escenarios y vestidos, hizo que todo el público viajara a través del tiempo. Magnífico el momento de recrear el momento de los portés en el lago.
En definitiva, una magnífica oportunidad para volver a recordar una película mítica. El público vibró con el final, y no se arrepintió de haberse rascado el bolsillo por un espectáculo completo y total, ¿porque quién no ha intentado imitar algún baile de Dirty Dancing?
DIRTY DANCING
El clásico del cine ahora en teatro
LetsGo Company
Autora: Eleanor Bergstein
Intérpretes: Eva Conde, Christian Sánchez, Fanny Corral, Antonio Reyes, Julia Möller, Lilian Cavale, Antonio M. M., Jorge Galaz, Flavio Gismondi, Juls Sosa, Sergio Arce, Pedro Ekong, Enrique Cazorla, entre otros.
Coreografía Gillian Bruce
Supervisor musical Conrad Helfrich
Dirección de actores Esteve Ferrer
Dirección musical Pedro Arriero
Dirección Federico Bellone
2.30 h. (c/i)
dirty-dancing.es