Desayuno en Tiffany's de Truman Capote

DESAYUNO EN TIFFANY’S
TRUMAN CAPOTE
KAREN KLASSEN (ILUSTRACIONES)
LIBROS DEL ZORRO ROJO
102 PÁGINAS

Por Juliano Ortiz
Capote es el personaje. Holly es un Truman que en su rebeldía, en su necesidad de lograr un ascenso vertiginoso parece no importarle los medios. Son dos seres maquiavélicos. Ambos desfilan hermosos por la pasarela de la vida y auscultan el rumor de los que los rodean.
Truman Capote decía en Plegarias atendidas, otro de sus libros, “Que una cosa sea verdad no significa que sea convincente, ni en la vida, ni en el arte”. Esta frase icónica se ajusta en toda su dimensión a Holly Golightly, personaje protagonista de Desayuno en Tiffany’s, y alter ego femenino del escritor.
“…Holly llevaba un fresco vestido negro, sandalias negras, collar de perlas. Pese a su distinguida delgadez, tenía un aspecto casi tan saludable como un anuncio de cereales para el desayuno, una pulcritud de jabón al limón, una pueblerina intensificación del rosa en las mejillas. Tenía la boca grande, la nariz respingosa. Unas gafas oscuras le ocultaban los ojos.” Así es Holly, una pretendida hollywoodense inmersa en los vaivenes de la realidad que muestras las miserias de una época extraña.
Desayuno en Tiffany’s es una novela sencilla, minimalista, encerrada en Holly y su sensualidad de mujer graciosa y leve. Todos la aman, pero también todos encarnan los límites de una sociedad que se estrella en las lentejuelas falsas de lo vanidoso y artificial.
Capote es un artista de la palabra justa, de la imagen ineludible, precisa. Nos pinta un cuadro con los colores que él conoce mostrando a Holly como la joven que no tiene pasado y que no quiere recordar. Holly es presente, sin dueño, coqueteando con todos y mirando de reojo los sueños que viven en el modelo característico norteamericano. Holly es más Holly en la joyería Tiffany´s. En el símbolo luminoso que deja afuera a millones.
Holly seduce y cautiva como le gustaba hacerlo a Capote. El libro destila un glamour divertido, romántico, fresco, engalanado por situaciones que rozan lo cómico y emocional. Holly es querible.
Pero claro, la edición de Libros del zorro rojo no solo es texto, sino además la impresionante calidad de las ilustraciones de la canadiense Karen Klassen, quién como detalle, supo hacer rubia a Holly respetando el deseo del autor, quién quería  a Marilyn Monroe como protagonista y no a Audrey Hepburn. Klassen imagina y nos traslada con sus ilustraciones a ese cosmos que solo podía retratar de manera magistral Capote. Cabe destacar que Klassen es una artista que tiene sus orígenes en el mundo de la moda y la publicidad, y que amalgama diversas técnicas (sobre todo texturas vintage) para componer una mirada de ensueño en los ojos y los gestos de Holly.
Celebramos la edición de un clásico del gran Capote, en este caso de la mano de una editorial que es reconocida permanentemente por su calidad.

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