Siete niños belgas interpretan la biografía de Marc Dutroux, el asesino pederasta
Por Horacio Otheguy Riveira
Numerosos violadores y asesinos obsesionados con niños de ambos sexos han salido de las páginas de sucesos para protagonizar novelas, películas y obras de teatro o series de televisión, pero nunca antes se ha hecho partícipes a los menores con su propio mundo de incontenible riqueza ideológica y estética. Su creatividad sale al frente con su carga de temores y diversión en la que todo es juego arriesgado y pueril, empezando por muchas de las constantes de los adultos que les exigen y supuestamente guían. Five Easy Pieces, solamente dos funciones: los días 6 y 7 de julio a las 20,30 horas en Naves Matadero, un excepcional acontecimiento teatral.
El sociólogo, dramaturgo y director teatral Milo Rau recorre muchos países con su espectáculo, y a medida que le vitorean en grandes festivales de teatro, crece la expectación y finalmente el asombro más gratificante se apodera de los espectadores. Un nuevo teatro político que saca a los niños del puro espectáculo de entretenimiento para familias felices y los introduce en el mundo de los adultos que más les incumbe: el que tiene que ver con ellos. Y en este caso, Marc Dutroux (foto), es el personaje perfecto sobre el que los niños tienen mucho que decir, ya que al detenerlo en 1996, ya había cumplido 40 años a través de los cuales había violado y/0 asesinado a menores a partir de los 8 años. Con su captura también estalló la incompetencia de la polícia belga: violencia y sociedad estallan en un país aparentemente seguro y estable, y un grupo de niños actores entre 8 y 13 años dan vida a un proceso biográfico que está lleno de la capacidad de diversión y dramatismo de seres humanos a los que se les relega a causas sin trascendencia. En Five Easy Pieces es todo lo contrario: son ellos los protagonistas en un campo de acción tan realista como fantástico en el que son niños y también adultos con sus uniformes de policías y políticos en acción. Unos y otros aportan el universo estético de un teatro rechazado por los centros tradicionales, pero cada vez más auspiciado por sociólogos y maestros.
Marc Dutroux es el pedófilo belga encarcelado y asesino que a mediados de la década de 1990 secuestró y violó a seis niñas, de las cuales mató a cuatro. El espectáculo cuenta con un adulto y siete niños de 8 a 13 años que asumen el papel del asesino, su padre, una de las víctimas, los padres de una niña muerta, y un oficial policía que investiga.
Es una manera divertida de hablar de cosas tristes. Hacerlo con los niños aumenta la manera en que puede ser divertido y serio y desgarrador al mismo tiempo. Cuando un niño se pone el uniforme de un policía lo hace de una manera que te hace entender lo absurdo de todos los uniformes. A menudo pienso que los seres humanos tienen a conformar extraños grupos de poder.
Milo Rau junto a CAMPO, Centro de Arte de Gante, ha utilizado la biografía de Marc Dutroux para dibujar una breve historia de Bélgica, desde la declaración de Independencia del Congo hasta la manifestación de la Marcha Blanca. Y tomarlo como punto de partida para reflexionar sobre la (re)presentación de los sentimientos humanos en el escenario. Para ello, ha generado este ambicioso proyecto donde aborda los límites de lo que los niños saben, sienten y hacen.
Al crear Five Easy Pieces queríamos mostrar algo que la gente no quiere ver de los niños. Una representación teatral infantil arriesgada, sin precedentes y prácticamente imposible.
Las cuestiones puramente estéticas y teatrales se mezclan con problemas morales: cómo pueden los niños entender el significado real de la empatía, la pérdida, la edad adulta, la desilusión, la rebelión y la sumisión. Y cómo se reacciona al verlos representando escenas de violencia, amor y romance. Esto conduce a una experiencia conflictiva interior de lucha con los propios miedos y deseos.
Five Easy Pieces es la primera parte de una trilogía de la que Milo Rau acaba de estrenar su segunda parte: Los 120 días de Sodoma, inspirada en la película de Pasolini.