Simone de Beauvoir, culmen del feminismo y la literatura
Por Pilar Martínez Manzanares. @pilar_manza
Reconocida escritora, novelista, profesora y filósofa francesa, Simone de Beauvoir dedicó su vida a la creación de numerosas novelas y ensayos dónde la política, la sociedad y filosofía se erigieron como pilares fundamentales. Su pensamiento, enmarcado claramente dentro del existencialismo, y obras como El segundo sexo, fueron considerados algunos de los elementos fundacionales del feminismo.Junto a su pareja, Jean Paul Sartre, Raymond Aron y otros intelectuales de la izquierda francesa, fundó la revista Les temps modernes. A través de esta publicación, la autora pretendía difundir el pensamiento existencialista tomando como automóvil la literatura moderna.
Su consagración como escritora llegaría de la mano de la ya mencionada obra El segundo sexo, algunos críticos de la época, incluso el vaticano, se mostraron públicamente contrarios a ella. Sin embargo, su traducción a varios idiomas y los millones de ventas en Estados Unidos convirtieron esta publicación en un fenómeno imparable. Nacía así uno de los principales manuelas que darían pie a las reflexiones de las fundadoras del movimiento de liberación de la mujer. Fue su novela publicada en 1945 Les mandarines la que finalmente le otorgaría el merecido reconocimiento por parte de intelectuales de la época, por aquel entonces Simone de Beauvoir se convirtió en una de las escritoras más leídas a nivel mundial.
No debe olvidarse el impacto que tuvo en su trayectoria Una muerte muy dulce. En ella la autora relató la muerte de su madre, recorriendo temas como la eutanasia o el luto, ambos dotados de una emoción casi extrema.
La figura de Simone de Beauvoir suele asociarse de manera general con la lucha feminista, y eso ha conllevado que algunas de sus reflexiones sobre la creación literaria, así como la evolución de la izquierda tras la Segunda Guerra Mundial entre otras, quedaran relegadas a un segundo plano. A pesar de ello la figura de la autora siguió siendo icono para diferentes corrientes como el existencialismo.
La lucha y denuncias de Beauvoir sobre la educación que se les inculcaba a las niñas y jóvenes de la época, fue uno de los mayores reclamos que convirtieron a esta autora en el nombre y figura propios del feminismo de la época y posterior. En dichas denuncias públicas ponía de manifiesto temas como su reproche a la inculcación de los valores de maternidad. Percibió la enorme desigualdad que sufrían las mujeres de le época de un modo muy cercano. Desenmascaró una gran cantidad de tabúes, así como los significados que se encontraban ocultos tras simples acciones cotidianas que se encargaban de realizar las mujeres.
Junto a otras reconocidas e importantes mujeres como Gisèle Halimi o Elisabeth Badinter, fue una pieza central para el reconocimiento mundial del sufrimiento, maltrato y vejaciones que sufrían las mujeres durante ciertos acontecimientos como la guerra de Argelia. Para la obtención de aborto en Francia se llevó a cabo el denominado Manifiesto 343, redactado entre otras mujeres por Simone de Beauvoir y el cual se basa en la recopilación de firmas de 343 mujeres que publicaban haber llevado a cabo un aborto y que se exponían ante todos a ser sometidas a procesos penales con incluso pena de prisión:
«Un millón de mujeres abortan cada año en Francia.Ellas lo hacen en condiciones peligrosas debido a la clandestinidad a la que son condenadas cuando esta operación, practicada bajo control médico, es una de las más simples.Se sume en el silencio a estos millones de mujeres.Yo declaro que soy una de ellas. Declaro haber abortado.Al igual que reclamamos el libre acceso a los medios anticonceptivos, reclamamos el aborto libre.»
Coraje, fuerza, pasión, palabras que al lado de Simone de Beauvoir solo se quedan en eso, en palabras. Pues encontrar adjetivos con los que definir a personas de semejante talla, a veces se convierte en misión imposible. En 2008 se creó en su honor el Premio Simone de Beauvoir por la Libertad de las Mujeres, más conocido simplemente como Premio Simone de Beauvoir. Más que un galardón, un recordatorio de que a veces la lucha y el valor tienen su recompensa, y de que un solo nombre puede movilizar a millones de personas.