Imaginativa renovación de Carmen por la Compañía Nacional de Danza
Por Horacio Otheguy Riveira
Brío, creatividad, imaginación en la coreografía del sueco Johan Inger, interpretada por la Compañía Nacional de Danza con gran despliegue de talento. Una producción que emociona y maravilla. Interpretación original de la muy transitada Carmen de Bizet, a través de una vigorosa visión de danza contemporánea con la partitura original, y otros aportes enriquecedores. En los Teatros del Canal hasta el 25 de junio.
Publicada como novela de Prosper Mérimée en 1845, Carmen inicia su triunfal recorrido al convertirse en ópera, aunque su estreno fue abucheado por público y crítica en 1875. Con texto de Ludovic Halévy y Henti Meilhac, es la música de Georges Bizet la que dará la vuelta al mundo con un ímpetu sobrecogedor sólo tres meses después, tras la trágica muerte del compositor con sólo 36 años, enfermo y fuertemente deprimido. En su reestreno, los mismos que habían criticado con dureza la ópera la elevaron a obra maestra: lugar del que nunca descendió. Innumerables puestas en escena dan fe de una pasión internacional, cumplidos ya 142 años desde su debut. Más de 30 películas, habladas o cantadas, e infatigables versiones coreográficas en clásico, neoclásico, flamenco y danza contemporánea como la que ahora se puede ver, en versión del sueco Johan Inger que aporta una mirada de gran valor en todos los aspectos.
Audaz en su tiempo, la plena libertad sexual de una mujer trabajadora (cigarrera y gitana) es destruida por los celos de un hombre débil que no puede soportar la no pertenencia de su gran amor, de la voluptuosa cadencia de una joven encantadora, versión donjuanesca del sexo femenino.
En esta versión, Carmen viste de rojo y se marcha desnuda una vez asesinada, igualmente altiva. Nunca deja de ser ella misma, después de expresar su capacidad de ensueño, dulzura y lujuria en un vaivén de mujeres con las que construye a una sola de extraordinaria belleza entre hombres diversos, hasta dar con uno cegado por los celos. Más allá de toda intención machista, y sin referencias históricas, esta Carmen brilla con luz propia en la vorágine del desesperado afán de posesión en un ambiente atemporal con vestuario de gran colorido (Figurines de David Delfín), y escenografía a base de simbólicos espejos y puertas movilizados por los propios bailarines.
El magnífico cuerpo de baile de la CND cuenta con diversos bailarines que van rotando para las diferentes funciones en los papeles protagonistas. En la función del pasado 15 de junio, fueron sobresalientes las actuaciones de Kayoko Everhart (Carmen), Daan Vervoort (Don José), Isaac Montflor (Escamillo) y Toby William Mallitt (Zúñiga). Y magistral la interpretación de la Orquesta Sinfónica Verum con dirección de Manuel Coves.
COMPAÑÍA NACIONAL DE DANZA
Dramaturgia: Gregor Acuña-Pohl
Escenografía: Curt Allen Wilmer (AAPEE)
Diseño de iluminación: Tom Visser