Jennie Howard: Heroína de la Odisea Laica
Por Silvia Pato (@SilviaP3)
A finales del siglo XIX, el escritor y presidente de Argentina Domingo Faustino Sarmiento, preocupado sobremanera por la educación en el país, contrató a varias profesoras extranjeras. Entre ellas, formando parte del grupo de las que serían conocidas como «las maestras de Sarmiento», se encontraba la estadounidense Jennie Eliza Howard (1845-1933), cuya labor la hizo merecedora del sobrenombre la Heroína de la Odisea Laica.
Howard se graduó en la Escuela Normal de Profesores de Framingham, institución dirigida por el educador Horace Mann. La mujer de este, Mary Mann, era amiga de Sarmiento, con lo cual las conexiones fueron más que lógicas. Mary tradujo la obra del presidente argentino Facundo al inglés y le ayudó a buscar a las docentes más idóneas para formar parte de su proyecto educativo. Un total de 67 maestras estadounidenses serían enviadas al país en distintas etapas de una operación llamada la Odisea Laica. La iniciativa de Sarmiento, con la fundación de numerosas escuelas y bibliotecas, contribuyó a convertirlo en el país más alfabetizado de América Latina por aquel entonces.
Howard formó parte del primer grupo. Ella y otras veintidós profesoras, que solo tuvieron cuatro meses para aprender español, partieron para el territorio argentino después de ser contratadas por un período de tres años, en un viaje repleto de incidentes.
Durante aquella época no era posible realizar un trayecto directo hasta la capital de Argentina, sino que pasaba por Nueva York y Liverpool antes de alcanzar Buenos Aires. Una vez allí, cada profesora fue enviada a una zona del país.
Cuando Howard llegó, contaba 38 años y con amplia experiencia a sus espaldas. Dio clases en varios colegios hasta que la destinaron a la Escuela Normal de Niñas de Corrientes, donde ejerció dos años, lugar del que solía decir:
Corrientes tiene tres meses de invierno, y nueve restantes de infierno.
Después trabajó como regente y vicedirectora de la Escuela Normal de Niñas de Córdoba, donde se enfrentó en numerosas ocasiones con el obispo Jerónimo Clara, y al final recayó en la Escuela Normal Mixta de San Nicolás, en la que dio clases durante dieciséis años. Todas estas experiencias vieron la luz en su libro In Distant Climes and Other Years.
En 1903, la educadora se vio obligada a retirarse, a causa de graves problemas en sus cuerdas vocales, pero no volvió a Estados Unidos, sino que permaneció en Buenos Aires hasta el momento de su fallecimiento, cobrando una pensión del gobierno por los servicios prestados.
FUENTE: Inmigración en la Argentina