El paisaje vital de Ricardo Martínez-Conde
Por Gustavo Travi.
Ricardo Martínez-Conde: Paisaje
Vitruvio, Madrid, 2016
En esta colección de poemas, Ricardo Martínez-Conde nos propone un paisaje. Sí, un paisaje…que se recorre con sus versos o no se recorre en absoluto: dice el viaje: ven, porque, ya lo sabemos y esta no es la excepción: todo camino se hace al andar. Y el camino se irá develando y olvidando porque en este viaje somos como pasajeros inevitables. Y llegará el mar, su viento, los peces, el temor y la duda, el miedo: ¿todos los días el hombre tiene algo de miedo? Llegará lo humano, en definitiva, un hombre como todos los hombres-quién no lo es-en camino del mundo, al que observa con asombro.
Esta palabra tan humilde ha de salvarnos. Esa virtud que no da el avanzar sino el detenerse, que no da el progreso sino el origen; algo como una infancia. Esa era sin-palabras, que toca el milagro, la fe, que se guarda en las no palabras. Ha de salvarnos rendirse ante esa frágil pasión de la que nace y renace la vida más diminuta de una hormiga o un trueno; el origen de algo que se revelará, y dándose nos dará lo más humano del misterio divino: ten la actitud de guardar la costumbre, la pequeña esencia. Ten la bondad (lo será para tí) de no renunciar a lo vital: al color de las cosas, a su calor; acaso insignificantes para otros.